Larry Hagman superó todos los arquetipos de la maldad y encarnó al supervillano JR Ewing, ambicioso y pérfido petrolero texano odiado por cientos de millones de espectadores en la década de los 80.

JR era el protagonista absoluto del serial más grande de todos los tiempos.'Dallas' nos enganchó por los finales de infarto y el clan más disfuncional de la pequeña pantalla, los Ewing. Una familia de petroleros viviendo bajo el mismo techo, el rancho Southfork, a pesar de los odios y rivalidades por el control del negocio familiar. Pero si los nombres del buenazo de Bobby, la alcoholizada Sue Ellen, la díscola Lucy o la espectacular Victoria Principal se han incorporado al imaginario colectivo de varias generaciones, el mérito de haber convertido a la serie en icono televisivo se lo debemos a la maldad sin parangón de JR Ewing.
'Dallas' se emitió en más de un centenar de países y se mantuvo 13 temporadas en antena (1978-1991). Con sus más de 350 millones de espectadores, supuso un auténtico fenómeno transnacional que incluso dio origen a una spin off ('Knots Landing') y a múltiples epígonos de lujosa factura, 'Dinastía' y 'Falcon Crest'. En 2011, la cadena TNT lanzaba su continuación, protagonizada por el hijo de JR, en la que el propio Larry Hagman intervino antes de morir. Fue cancelada después de tres temporadas.
Tres son las motivaciones de JR: sexo, dinero y poder. Como él mismo reconoce cuando alguien le reprocha cómo puede soportarse: "es muy fácil, una vez que pierdes la integridad, el resto es pan comido". Era capaz de hipotecar el rancho familiar o de engañar y arruinar a sus mejores amigos y socios, llevándoles incluso al suicidio. Además de otras fechorías de las que no se escapaba su pobre hermano, Bobby, receptor de la mayoría de sus puñaladas traperas. Como reconoce en una de sus frases: "a mis amigos los encontrarás en la política y los negocios y a mis enemigos en el cementerio".
Mujeriego sin escrúpulos y despreciable, empuja a su frágil esposa Sue Ellen (Linda Gray), a las garras de la bebida con sus traiciones. Cansada de sus infidelidades, le preguntaba en una de sus habituales discusiones: "¿con qué mujerzuela vas a salir esta noche, JR?". Y el petrolero la agasajaba con una de sus habituales lindezas: "y eso que importa, sea quien sea será mucho mejor que la que estoy viendo".
Aquí en España, más de veinte millones de espectadores permanecieron enganchados a la serie para saber quién disparó a JR. El atentado con el que acabó su segunda temporada se convirtió en el episodio de mayor audiencia en Estados Unidos y en uno de los hitos de la historia de la televisión de todos los tiempos. Hasta Pepe da Rosa le dedicó una famosa coplilla: "de cabo de Gata, hasta Finisterre, hay que ver la gente como está con JR".
Sus tres mandamientos se resumían en esta sentencia: "no perdones y nunca olvides; acaba con los demás antes de que ellos acaben contigo; y por último, y más importante, cuida de tus amigos porque tus enemigos ya se cuidarán de sí mismos".
Larry Hagman era un grandísimo actor con un enorme sentido del humor que falleció en Texas a los 81 años, víctima de un cáncer de garganta, el 24 de noviembre de 2012.
[cabezon name="Alberto Schwarzmann" designation="Periodista" img="alberto" /]