Inicio Opinión

La lección francesa y el PSOE

Puede ahorrarse la lectura del artículo, ya que nadie escarmienta en cabeza ajena, por lo tanto es ocioso entretenerse en un intento pedestre de experiencia política, del porqué el Partido Socialista Francés haya sido el farolillo rojo del Tour político francés.

Me reí el domingo leyendo a un propio con sus primarias, que por las redes asomaba el face, relacionando la catástrofe de los socialistas franceses con sus juegos con el populismo, el independentismo y la pérdida de su auténtica identidad socialdemócrata. Verde y con asas, acierte la adivinanza, se trataba de un "susanero", que en plenas primarias locales, nos aleccionaba con el socialismo 100%, que parece más el anuncio de una tableta de chocolate negro en "mercaleche". No sé quiénes habrán sido los ocurrentes de la piscifactoría política, que han tenido el desacierto del eslogan gremial de denominación de origen.

Ahora que ZP, José Luis, para los más cercanos, reaparece entre Venezuela y Susana, por eso de la Alianza de Civilizaciones, he rememorado un itinerario de hechos desde el hundimiento de Lehman Brothers, los juegos de los amigos de Soros con su ataque a los PIGS, y las respuestas de nuestro gobierno socialista: desde el naif recurso de destinar una pasta en arreglitos municipales para aumentar el gasto, la dimisión de Solbes y la modificación del artículo 135 de la Constitución (socialismo 100%), la prima de riesgo pesada y amorosa, creo que prepararon el devenir de las cuitas actuales del PSOE. Aunque, bien es decirlo, y más ahora que hay tanta disputa, a ZP y Pepe Blanco no se le movió un correligionario, con la lata que le dimos hasta al mismísimo Felipe González en plena gloria.

Con más excelsas dificultades, como le corresponde a los gabachos, los dulces socialistas franceses, llevan dando palos de ciegos desde que Hollande, líder de manual de funciones, ha tratado de sortear el escenario de la crisis francesa y europea, dónde Melker llevaba la moto y Francois iba en sidecar. Las crisis te hacen pagar alto, los errores de gobernabilidad y la incapacidad social de asumir el liderazgo, y son una fábrica de lores.

Pero, ante tanta ausencia, y cortes de flases inoportunos de presencia impostada, lo que más daño le ha hecho al socialismo francés, han sido sus benditas primarias, que han constituido unas primadas para la desorientación del votante socialista, huido hacia los radicalismos, el centrismo básico y los populismos de extrema derecha, dónde refugio su voto gran parte de la classe ouvriére, como consecuencia de la división de un aparato ineficaz y una militancia alejada del mismo.

Ni el socialismo 100%, ni el "no es no" a ninguna parte, ni la bondad histórica del tercer candidato, distinguen las opciones a las necesidades que esperan los votantes. Aunque nadie escarmienta en cabeza ajena, unidad y proyecto claro a los españoles para superar las lacras del momento político, son las únicas señas de identidad que nos librarían de caer por la pendiente inexorable por la que ha caído el que siempre fue admirado Partido Socialista Francés.

 

[cabezon name="Curro Flores" designation="" img="curroflores" /]

Ir ARRIBA