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Urbanismo llevará a aprobación este viernes el proyecto de renovación de la Alameda

Infraestructura

MÁLAGA.- La Gerencia Municipal de Urbanismo tiene previsto celebrar el próximo viernes un consejo para aprobar destacados proyectos de ciudad, entre ellos la renovación urbana de la Alameda Principal que supondrá la recuperación para la ciudadanía de este singular enclave como lugar de encuentro. El proyecto, redactado por la Gerencia Municipal de Urbanismo y en coordinación con el resto de áreas, será financiado entre el Consistorio de Málaga y el Gobierno Andaluz y es fruto de un amplio proceso participativo en el que vecinos, comerciantes y colectivos han sido partícipes del mismo.

Concretamente se lleva a aprobación el proyecto de reordenación del espacio Alameda Principal, fases 1, 2 y 3, así como dar luz verde al inicio de la licitación de la fase 2 (espacio central). El objeto de la totalidad del proyecto es la renovación urbana de la totalidad del ámbito, desde la Plaza de la Marina hasta la conexión con el puente de Tetuán.

La previsión de llegada del metro a la Alameda, la remodelación realizada en el mercado de Atarazanas, la reordenación del entorno de la Catedral y la ordenación del espacio SOHO, tienen continuidad con la actuación que ahora se propone. Se progresa así en el proyecto genérico de lograr un entorno ciudadano amable y de calidad al tiempo que se aborda la renovación de infraestructuras urbanas obsoletas e insuficientes para las nuevas demandas establecidas en los centros históricos.

Por otra parte, las actuales obras en ejecución del metro en la llegada hasta la Alameda, cuyo proyecto ya prevé la renovación de la acera norte, hace necesario generar un proyecto completo, único, de todo el espacio, pues tuvo una concepción unitaria en su origen y es un espacio con un importante número de elementos de alto valor histórico y en el que confluyen usos debido a su carácter de espacio de centralidad.

No obstante, el desarrollo de la ejecución y gestión de las obras requiere ser contemplada en tres fases, que de forma específica, quedan reflejadas en el proyecto.

Corresponde la Fase 1 a la acera norte, con financiación y contratación por la Junta de Andalucía, vinculada a los obras del Metro.

Las fases 2 y 3 serán financiadas y ejecutadas por el Ayuntamiento. La Fase 2, abarca el encuentro de la acera norte con la calle Larios y plaza de la Marina, así como el espacio central, las obras contempladas de adecuación en el aparcamiento subterráneo de la Plaza de la Marina así como la rehabilitación de la escultura del Marqués de Larios y la mejora de su ubicación. La Fase 3 abarca las obras correspondientes a la acera sur.

El proyecto de ordenación del espacio Alameda Principal se plantea desde el punto de vista de la recuperación histórica y la conservación patrimonial, incorporando esta capa histórica a la capa funcional e informacional que configura el espacio contemporáneo.

Como proyecto recuperador del espacio decimonónico, e independientemente de la ubicación del tráfico, se proyecta el nuevo espacio de la Alameda considerando las huellas preexistentes en el lugar, que se encuentran documentadas en planimetrías correspondientes a los siglos XVIII, XIX y XX. En una primera intención de proyecto, se dibujan las líneas pertenecientes al contorno de la antigua rambla o bulevar, cuya pavimentación se correspondía con materiales arenosos y alberos de carácter continuo. El material base de este contorno se compone, por tanto, de un pavimento continuo de colores cobrizos teñido con árido del lugar en masa, en un gesto por recuperar el material continuo y anaranjado presente en la época. En su superficie, se corresponde con el soporte de equipamientos de ocio, tales como juegos de ajedrez, infantiles, de música, áreas expositivas vinculadas al barrio del Soho, pizarras o mesas de juegos.

Desde el punto de conservación de los ficus, se establece una zona mínima de 5,4 m en un gesto de dignificación a este patrimonio centenario, con un pavimento bandas en el que se alterna un pavimento verde de tierra vegetal y pavimento sólido prefabricado para diferenciarse con claridad del resto de material continuo. Este pavimento avanza hacia la zona peatonal y sale del contorno definido por las trazas del bulevar original, para así coser su área con la zona peatonal más contemporánea. En este contorno, se establece una zona de protección para los ficus de tierra vegetal delimitada por acero cortén, según el área mínima necesaria para cada uno de los árboles, y un alcorque de arbusto bajo para dotar de escala doméstica al jardín resultante y generar espacios de estancia alrededor coincidiendo con un módulo transversal de 1,8m. El mobiliario urbano se destina para este uso.

Se destinan al uso peatonal las zonas laterales. Proponiendo un pavimento prefabricado blanco de grandes dimensiones, teniendo en cuenta el carácter contemporáneo de esta área que se sitúa fuera del contorno del antiguo bulevar y que supondrá la zona de paseo tanto en la acera norte como en el sur. En la proximidad a la fachada el pavimento es de piedra crema ámbar de formato pequeño, en una puesta en valor al contacto con el patrimonio arquitectónico, así como en los portales de los edificios donde la alfombra crema ámbar entra en el pavimento prefabricado y aumenta la escala del formato. Una pequeña plaza para cada uno de los edificios de la Alameda.

Tanto la acera norte y sur cuenta con una hilera de árboles de pequeña escala a unos 5m de las fachadas, que además de proporcionar una escala más doméstica y una limpieza del ruido visual derivado de la actividad comercial en las plantas bajas, servirá como límite estricto de las posibles terrazas que surjan como apoyo a la hostelería.

Se restringe el tráfico rodado al espacio central. En total, cinco carriles distribuidos del siguiente modo: transporte privado (dos carriles) y transporte público (tres carriles). El material será de hormigón percolado fotocatalítico, estableciendo una diferenciación de la huella correspondiente a la antigua rambla central de la Alameda.

Las paradas de autobuses se ubican en las zonas de pavimento continuo, adquiriendo un color cobrizo desaturado de sensible diferencia en un área focalizada (3,6 m de ancho) para contribuir al efecto llamada del pasajero, pero manteniendo su textura con la intención de mimetizarse con el espacio público circundante. De esta manera, las paradas de autobuses en el ámbito Alameda no se entienden como un punto de espera focalizado sino como una extensión del espacio público en sí mismo, dotadas de un banco situado transversalmente a la carretera, pavimentos regulados según la normativa de accesibilidad, y un tótem corporativo con paneles LED de información y publicidad específicamente diseñado en sustitución de las antiguas marquesinas.

El carril bici discurre por la acera norte, en el espacio resultante entre el contorno de la huella de la rambla y el pavimento prefabricado, constituyendo un total de 470m que ensambla con su continuación existente en la zona este y oeste.

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