La falta de agua del humedal de la Laguna de la Fuente reduce los puntos de colonización de esta especie
Fuengirola (MÁLAGA)- La sequía de la Laguna de Fuente de Piedra ha convertido a este humedal en un auténtico desierto. El espacio que acogía durante años a miles de flamencos se ha convertido en una extensión cubierta por sal y vacía de vida, como consecuencia de la falta de lluvias. Con la desaparición de este humedal, también lo hace todo el proceso que anualmente llevaba a cabo esta carismática especie: ritual de corteo, nidificación y puesta de huevos. Por ello, el Bioparc Fuengirola se ha convertido en el único lugar de la provincia donde los flamencos pueden continuar con su proceso reproductivo.
“En las últimas semanas hemos observado la delicada situación en la que se encuentra la Laguna de Fuente de Piedra. A esta realidad se enfrentan muchos otros humedales españoles, agravada por la intensa sequía que padecemos. Los episodios de sequía son habituales en un clima como el nuestro, no obstante, el cambio climático acentúa este desabastecimiento y rompe el equilibrio de estos frágiles ecosistemas”, explica Antonio Garrucho, responsable de Zoología de BIOPARC Fuengirola.
Y para que en algún punto de la provincia de Málaga pueda admirarse este acontecimiento, un año más, el equipo de BIOPARC Fuengirola trabaja desde hace varias semanas para garantizar que los más de 60 flamencos que alberga puedan efectuar su corteo y puesta de huevos. “Como cada año, una vez más observamos el interés de nuestras aves en iniciar sus cortejos. Comenzamos una etapa en la que diariamente vamos creando las condiciones necesarias para que puedan llevar a cabo las construcciones de sus nidos y la posterior puesta de huevos”, señala Garrucho.
Este proceso de adecuación del terreno se inicia con la construcción de bordes que delimitan el área donde se posicionarán los flamencos, simulando una zona fangosa al borde de una laguna. Dicho proceso se controlará y cambiará en toda la temporada de cría según las condiciones meteorológicas y las demandas de la colonia.
Deben conseguir que la playa que ocupan sea lo más parecida a un cenagal de agua salobre, lugar en el que los flamencos, en su hábitat natural, levantan sus nidos y realizan la puesta de huevos. Para ello, se utiliza arena, varios tipos de arcilla y sal, sustancia que les estimula para acercarse a la zona habilitada. Al mismo tiempo, el equipo de zoología inunda parte de este espacio generando el barro que les facilitará la construcción de los nidos, las próximas semanas.