Ha llovido, sí. Y mucho. Pero que llueva no es mérito de ningún político, aunque hay quienes se empeñan en presentarlo, de alguna forma, como un éxito. No será de su gestión. Mientras el Gobierno de Juanma Moreno Bonilla y los alcaldes palmeros sacan pecho porque los embalses han subido su nivel, Málaga sigue sufriendo.

Porque no es sólo que haya llovido, sino que las lluvias han causado estragos en toda la provincia y estos mismos que se felicitan por el agua embalsada han sido incapaces de gestionar con eficacia las consecuencias. Ha habido carreteras cortadas, infraestructuras dañadas, municipios enteros sin suministro y, aún a día de hoy, los efectos siguen notándose en los de siempre. Mientras ellos se aplauden a sí mismos, en Álora llevamos casi un mes sin agua corriente. Mientras ellos se cuelgan medallas, los agricultores de la Axarquía siguen con restricciones para regar sus cultivos. Mientras ellos presumen, los embalses están tirando en una semana el agua que Málaga consume en dos meses.
Una gestión desastrosa del agua
El embalse de La Concepción ha tenido que abrir sus compuertas para soltar agua y lo mismo ha sucedido con otros embalses de la provincia. En total, se han vertido más de 42 hectómetros cúbicos en apenas una semana, lo que equivale al consumo de toda la provincia durante dos meses. ¿Por qué? Porque ni el PP en la Junta ni el PSOE en el Gobierno central han hecho los deberes. Durante años se han negado a ejecutar obras fundamentales para garantizar el almacenamiento y la distribución del agua en Málaga, y ahora, cuando al fin llueve, el agua se pierde en lugar de aprovecharse en los municipios que la necesitan.
Es una irresponsabilidad absoluta. Desde VOX llevamos tiempo denunciando que necesitamos un Plan Hidrológico Nacional, con la construcción de nuevas infraestructuras y trasvases que permitan aprovechar el agua en épocas de abundancia y evitar que nuestros campos y pueblos sufran en tiempos de sequía. Pero el bipartidismo sigue instalado en su política de improvisación y parches temporales. En su política de fanatismo climático que los mantiene completamente alejados de la realidad y que los hace constantemente dar la espalda a aquellos a los que dicen servir. Los hace dar la espalda a todos los malagueños, a todos los españoles.
Moreno Bonilla y los alcaldes palmeros
Por estas tierras nuestras, el Gobierno de Moreno Bonilla es el principal culpable de la falta de infraestructuras hídricas. En Andalucía han tenido tiempo y dinero para hacer las inversiones necesarias, pero han preferido gastar recursos en políticas ideológicas y en alimentar la burocracia inútil de la Junta antes que en garantizar el suministro de agua.
Y si Moreno Bonilla tiene una gran responsabilidad, no menos culpables son los alcaldes del PP y del PSOE en la provincia. Esos alcaldes especialistas en dar palmas al ritmo que se les va marcando. ¿Cuántos han alzado la voz para exigir soluciones reales? Ninguno. Han preferido el silencio antes que enfrentarse a sus partidos. Cuando el PSOE gobierna en Madrid, callan los alcaldes socialistas. Y cuando el PP gobierna en Andalucía, callan los alcaldes populares.
¿Dónde estaba el alcalde de Álora cuando su municipio se quedó sin agua corriente? ¿Por qué ha tardado más de una semana en enviar camiones cisterna? ¿Dónde están los alcaldes de la Axarquía, que siguen sin soluciones para los regantes? Han optado por la sumisión política antes que por defender los intereses de sus vecinos.
¿Dónde está el sentido común?
Desde VOX hemos sido los únicos en denunciar esta situación, señalando sin ambigüedades la responsabilidad de quienes han permitido que Málaga llegue a este punto. Nuestro portavoz en el Parlamento andaluz, Manuel Gavira, ha exigido explicaciones a la Junta y ha reclamado medidas urgentes para evitar que esta crisis se repita. No es una cuestión de lluvia, ni de previsiones meteorológicas, ni de excusas técnicas. Es una cuestión de gestión, de previsión y de voluntad política. Y aquí, la única voluntad que hemos visto es la de seguir alimentando una estructura burocrática ineficaz que sólo responde cuando el problema ya es insostenible y no hay respuesta posible.
Málaga no necesita políticos que se hagan fotos en los pantanos ni discursos vacíos sobre lo importante que es ahorrar agua mientras ellos mismos permiten que se desperdicie. Málaga necesita embalses, canalizaciones y trasvases. Necesita que dejen de jugar con nuestro futuro y se garantice, de una vez por todas, el acceso al agua como lo que es: un derecho básico, no un privilegio. Pero el bipartidismo prefiere seguir el manual de siempre: improvisar, poner parches y esperar a que la gente olvide, hasta que la próxima sequía vuelva a dejarnos sin respuestas.
No nos vamos a callar. No vamos a permitir que sigan condenando a nuestra tierra a la miseria hídrica mientras ellos se reparten cargos y se aplauden mutuamente. No vamos a mirar hacia otro lado mientras los agricultores pierden sus cosechas, mientras las familias abren el grifo sin saber si saldrá agua, mientras se siguen vertiendo hectómetros cúbicos porque este gobierno de incapaces no ha sido capaz de hacer su trabajo. Desde VOX seguiremos denunciando cada error, cada mentira y cada falta de acción, porque Málaga no puede seguir sufriendo las consecuencias de la incompetencia de unos ni la sumisión de los otros.