La Semana Blanca en el reino de la sequía costasoleña, no nos ha dejado a nuestra tertulia del Hogar, un rayo de sol para pasear bastones que no sean de paraguas; así que a muelas en movimiento le hemos dado a la sinhueso sin remedio, tal se ponían las noticias en su hábito de desorden. Si no fuera por los muertos y las terribles desgracias que nos solidarizan, ver discutir a un caricato entronizado como Zelenski, ante el mejor representante del capitalismo de rapiña míster Trump, da para muchas moviolas y sesuda geopolítica de terrores, miedos y cobardías bélica.
Pero como nuestro ingenio gasta más por bajini, nuestro Bonifacio ha querido destacar la alegría, por la que se ha elegido a Josele Aguilar unánimemente entre la militancia, destacando el encuentro de todos los máximos exdirigentes del Partido desde la Transición que uniformemente han avalado la elección de Josele. Conseguir que el bastión de las discordias, nuestro PSOE provincial, afine en sintonía es casi un regalo epopeyico, para la nueva andadura y difícil odisea del Secretario Provincial en su camino a volvernos triunfadores.
Nuestros exlíderes provinciales nos llevaron a los éxitos, entre un ambiente de pendencias internas que aunque nos dieran bastantes satisfacciones, fue por dónde brotaron muchas de nuestras llagas. No sé si el renquear de nuestra organización y la pérdida de votantes, ha constituido el mayor factor de enseñanza, pero siempre por mi educación en democracia cooperativa, llevé bastante mal la llamada a las divisiones internas, para llevar un proyecto a la cumbre, quizá fui demasiado utópico; porque Boni se ensalzó en historietas de cuando era de cualquiera de las tendencias.
Para nuestro final de dominó machista hay un cambio, miss Molly, veterana de izquierdas, va de compañera con don Pijote de la Plancha, pretendiendo ahorcarnos el seis doble mientras largábamos de memorias cebolletas.
