Las pymes son la base de la economía española. Suponen el 98% del tejido empresarial, generan siete de cada diez puestos de trabajo y aportan el 65% del PIB de nuestro país. Datos que evidencian su importancia económica, su contribución al crecimiento y a la generación de empleo.

La provincia de Málaga es líder en creación de autónomos en Andalucía, ya que uno de cada dos trabajadores por cuenta propia registrados en 2024 es malagueño. Actualmente, el número supera los 137.800, encabezando el crecimiento porcentual provincial a nivel nacional, con 4.931 autónomos.
Asimismo, la creación de empresas sigue al alza y el 80% de las nuevas inscritas en la Seguridad Social son de Andalucía, con 5.265 y una de cada seis se ha creado en la provincia.
Todos estos datos vienen a confirmar el liderazgo de Andalucía y Málaga y evidencia el éxito de las medidas implantadas con la llegada del Partido Popular al Gobierno de Andalucía, como las sucesivas bajadas de impuestos, la agilización de los trámites administrativos, la cuota cero, las ayudas al inicio de la actividad además de poner a disposición recursos para una mejor empleabilidad. También el trabajo que se lleva a cabo desde los ayuntamientos para apoyar a nuestro tejido productivo más próximo, con programas e iniciativas que les ayuden a competir en igualdad de condiciones con las grandes corporaciones.
Sin embargo, tenemos a un Gobierno de España que corta las alas al emprendimiento y que cada vez pone más palos en las ruedas a los autónomos, asfixiándolos con más y más presión fiscal.
No entendemos que Pedro Sánchez y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, hayan decidido cargar parte de su voracidad fiscal sobre estos trabajadores por cuenta propia, que cada día tienen más dificultades para abrir las persianas de sus negocios y a los que debemos agradecer cada día su esfuerzo.
El Gobierno no deja de aplicar subidas de impuestos y cotizaciones, a lo que se suman los aumentos de los costes entre alquileres, combustible, luz, etcétera; por lo que es llamativo que Sánchez presuma del crecimiento económico cuando la realidad a nivel estatal indica un retroceso en el número de autónomos, a lo que hay que añadir el dopaje que suponen los fijos discontinuos.
España ha perdido 80.000 autónomos en los últimos cinco años. Frente a ello, nuestra provincia se mantiene como líder en crecimiento de trabajadores por cuenta propia lo que demuestra que las políticas del PP funcionan.
El Partido Popular apuesta por las pymes, por los autónomos, porque son los que generan empleo y riqueza, los que crean oportunidades pese a todas las dificultades que les está poniendo un Gobierno que año tras año incrementa la recaudación hasta niveles históricos en nuestra provincia a través de los impuestos estatales, aprovechando esa pujanza de Málaga para hacer caja y pagar los favores políticos a sus socios independentistas y separatistas y que, sin embargo, sigue ahondando en el agravio a esta tierra, sin aportar soluciones a los problemas de movilidad, agua y vivienda.