“Yelía o el astillero” es el segundo libro publicado del profesor Conrado Herráiz Sousa, miembro del Departamento de Filosofía del IES Universidad Laboral de Málaga. Este manuscrito, que ha visto la luz bajo el sello editorial Frato, es una crónica testimonial que narra la experiencia vivida por el autor al terminar sus estudios universitarios, cuando decide “abordarse a sí mismo” e irse a trabajar en un astillero en la ciudad portuaria de Larache, localizada al noroeste de Marruecos.
Se trata de una historia en primera persona, y personalísima, la cual nos muestra a un joven “millenial” que se toma un período sabático mientras busca su razón de ser en este mundo, viéndose involucrado en dos experiencias vitales: la construcción de un gran barco de madera en el astillero que tiempo atrás creara su abuelo en el antiguo Protectorado español de Marruecos, y la adopción de una perra nómada que llamaría Yelía (por el nombre del bosque donde la encontró).
La lectura de esta obra se antoja deliciosa, pues acerca al lector a la idiosincrasia de la cultura magrebí aderezando el texto con expresiones propias del árabe dialectal de Marruecos (adecuadamente traducidas), mezcladas con reflexiones ingeniosas y referencias a diversos aspectos de la cultura occidental: literatura, música, cinematografía y sociología.
No faltan los aforismos que el profesor Herráiz plasma en estas páginas, y que nos hacen sonreír y pensar al mismo tiempo y en partes iguales. Algunos ejemplos son: “Las suelas de los zapatos nos separan del tacto de la tierra húmeda, las corbatas nos separan de la juventud, las hipotecas nos separan de nuestros sueños”. O “No quiero un perro que me defienda: tendría que morder a mis seres queridos en los días malos, a los libros de pseudo filosofía o a la música comercial de la radio”.
La travesía lectora de las páginas de “Yelía o el astillero” se hace corta y nos deja con la miel en los labios. Pero como dice Baltasar Gracián: “Lo breve, si es bueno, es dos veces bueno”.
Esperemos que el próximo título de Herráiz Sousa no se haga esperar mucho.
