Sofismo.- Razón o argumento falso con apariencia de verdad.
Estoicismo.- Fortaleza o dominio sobre la propia sensibilidad que conducen a la indiferencia ante el placer o el sufrimiento o la capacidad para soportar la desgracia.
No me digan que no. No deja de vender argumentos falsos con apariencia de verdad para engañar a quienes quieran creerle, que cada vez, por cierto son menos.
Quizá la razón que hace aumentar a quienes no le creen no sea tanto la mentira como la poca sensibilidad que muestra hacia el sufrimiento ajeno. Lo está demostrando con las desgracia de volcán de Canarias y lo sigue demostrando con las ayudas a los perjudicados por la Dana de Valencia.
Impasible con la sola finalidad de aglutinar el poder necesario para perpetuarse en el poder.
En nuestra sociedad está desapareciendo dos conceptos básicos para nuestra convivencia y a los que se les ha cambiado la apreciación de su aplicación.
Uno de ellos es la controversia.- No es otra cosa que la discusión de opiniones contrapuestas entre dos o mas personas. Áreas perennes de controversia son la religión, filosofía, política, ciencia, deportes e incluso el entretenimiento.
La controversia ha provocado que seres distantes, distintos, opuestos y/o ajenos en los planteamientos sociales encuentren un nexo de unión que les enriquezca, o un punto en el estimen que en ese tema no es posible el acuerdo.
Llegados a ese punto en el que se ha descubierto la posibilidad de entendimiento o la imposibilidad la mente se ha agrandado por haber intentado un acuerdo o un entendimiento.
Ese intentarlo es la única manera en la que nuestra sociedad puede evolucionar favorablemente hacia el bien común.
A sensu contrario, el conflicto es una situación en la cual dos o mas personas con intereses distintos entran en confrontación, oposición o emprenden acciones mutuamente antagonistas con el objetivo de dañar, eliminar a la parte rival o arrebatarle poder de algún tipo en favor de la propia persona o grupo.
Les suena a ustedes algo esta definición de conflicto de nuestro RAE. Es lo que en la actualidad Sánchez y sus secuaces está aplicando severamente en todos los estamentos de nuestra sociedad.
Dicen que mejora nuestra sociedad. Dicen que vamos como un cohete, en el ámbito económico, dicen, dicen, dicen. Prometen, prometen y prometen.
Pretenden vender una revolución que convertirá nuestra sociedad en un paraíso. Por ahora en lo que están convirtiendo nuestra sociedad es en un infierno donde lo básico para vivir cada día está mas lejos del alcance de las personas trabajadoras, no digamos de las que no trabajan. En estos años del revolucionario sanchismo la pobreza ha aumentado hasta situarnos en el tercer país en el número de personas en riesgo de pobreza o exclusión social solo detrás de Rumanía, con un 30% y Bulgaria con un 32%.
Parece que esta revolución que el sanchismo inició desenterrando a Franco está llegando a su fin. Si mientras una revolución anda existen esperanzas de éxito, cuando llega a su fin el fracaso está garantizado.
La marcha de las revoluciones se fundamenta en la venta de ideales imposibles de cumplir y con los que los sofistas llegan al poder y establecen el infierno en nuestra sociedad. El comunismo, la igualdad económica de los seres humanos, y ahora el feminismo y su igualdad de genero, otra utopía de imposible implantación.
Decía Mahatma Gandhi que “si hay un idiota en el poder es porque quienes lo eligieron están bien representados”.
