Que Málaga es un foco de atracción de talento y de capacidad de transformación tecnológica es un hecho. Lo hemos visto con hechos como la dimensión actual que tiene Málaga Tech Park o Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), la capacidad de innovación con la que cuenta la Universidad de Málaga y con el apoyo institucional de las administraciones gobernadas por socialistas para que este modelo siga siendo un elemento generador de empleo y riqueza en toda la provincia.

Es preciso recordar que gracias al PSOE se puso la primera piedra en el PTA con la firme intención de sacar a Málaga de la estacionalidad que suponía el sector turístico en el mantenimiento de empleo con valor añadido y, una senda que, desde hace 3 años, ha recibido un revulsivo gracias al gobierno de Pedro Sánchez con el PERTE chip por el que se produce el impulso de una pujante industria en la fabricación de semiconductores que ha encontrado en nuestra tierra el caldo perfecto de cultivo para afianzarse.
Hecho reseñable de estas medidas públicas es la implicación del ejecutivo central para que se produzcan, entre otros, hitos como la implantación del centro de excelencia en I+d+i de Vodafone en la capital o del Instituto Interuniversitario de Microelectrónica (IMEC) dentro de una estrategia en la que se van a invertir 12.250 millones de euros hasta 2027 del Plan de Recuperación para reforzar la capacidad científica en nuestro país, impulsar el diseño en microelectrónica, construir plantas de fabricación y dinamizar toda la industria del sector.
Se trata, en definitiva, de la demostración de que las políticas socialistas sirven para que haya un verdadero impulso en la creación de un ecosistema tecnológico de primer nivel que permitirá a la provincia de Málaga ser la punta de lanza en Andalucía en la creación de más de 1.000 empleos de forma directa a través de los dos proyectos ya mencionados a la par que se generará una red de industrias auxiliares que se sumarán a los más de 25.000 trabajadores de alta cualificación que desarrollan su trabajo en el PTA en casi 700 empresas nacionales e internacionales.
Pero ese esfuerzo no que ha quedado solo ahí como ya tenemos con la Ley de la Ciencia aprobada por este gobierno con el que se ha establecido un plan de Transferencia y Colaboración que pretende precisamente situar a España y con ello a Málaga entre las zonas más innovadores a la vez que aporta una mayor estabilidad en la contratación del personal investigador, amplía de tres a seis años los contratos de acceso al Sistema Español de Ciencia, Tecnología e Investigación (SECTI) y cuenta también con políticas en perspectiva de género.
En definitiva, también en innovación y ciencia Málaga solo avanza con gobiernos de izquierda, lejos quedan ya los años en los que desde el gobierno central con Rajoy a la cabeza solo veíamos recortes que obligaban a nuestros investigadores y al personal de alta cualificación abandonar nuestra tierra.