Aunque todavía quiera moverme garboso, lo cierto es que me he tragado más de una loseta De la Torre, camino del recado y más medicinas, el arrastre empieza por los casquillos. Feijóo, Abascal y Puigdemont entropecidos con sus diputados, le han pegado el tironazo a la subida de la pensión, pero en el desorbite de soberbia anti PSOE, me han bajado del Metro, del autobús y de visitar con el Cercanías a los paisanos expulsados de la ciudad a los alrededores. Como ya era de prever en mi insomnio, muchos ciudadanos sin cachiporra pero por la Red, han puesto el retrato de los desalmados parlamentarios de su circunscripción para que no pasen inadvertidos, para que al menos se ahorren votarlos jubilados y usuarios de los transportes públicos. Los valencianos afectados por la DANA han puesto la foto de Esteban González Pons, por votar contra los auxilios de la catástrofe; así que le van a faltar ninots peperos en la Cremá de estas Fallas. Nos hemos quedado sin el “ómnibus” y hasta la guagua va a llegar como siempre una hora más tarde, pero a coste de bolsillo. Las tropas del tercio genovés y 13, han dado recado a los sin fines, para que traten de convertir su voto en una piruleta contra la amargura que les da Sánchez y parezca un placebo juicioso hacia su objetivo. Solo en las películas de troche y moche, se puede tener carrete, para convertir los efectos de miles de bombas de racimo, en una tirita para tapar los daños colaterales. Las urnas no son tan certeras, mírese el flequillazo USA; pero los demócratas sabemos que votar, nos costó bailar mucha música de tacón detrás de la pancarta, para abrir de par en par el dictado de las razones.
