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La verdad

Corren tiempos difíciles para la verdad. Pero podríamos preguntarnos la verdad de quién?.  Querer ser el primero en conocer una noticia, sobre todo si favorece nuestro pensamiento, nos conduce en muchos casos a la confusión. La inmediatez con la que queremos tranquilizar nuestros pensamientos hace que no tengamos la previsión de comprobar la veracidad de lo que leemos o escuchamos. Por otro lado están los que no pensando como nosotros usan la manipulación de las noticias para engañarnos favoreciendo de esta manera su pensamiento que no coincide con el nuestro.

La forma de actuar en contra de la verdad adquiere su máxima expresión en la mentira y la media mentira. Esta última es la que mas cala en la sociedad. La que mas daño hace y la que mas usan aquellos a los que la avaricia del poder les ciega sobre todo si han alcanzado el poder mintiendo. 

Quien consigue algo mintiendo está obligado a mentir constantemente para sobrevivir en su lodo, en su fango, en su propio engaño y ademas está también obligado a tergiversar cuanto a su alrededor pueda hacer ver la verdad y haciendo patente el engaño impuesto por la mentira.

Que podemos hacer los ciudadanos para hacer que la verdad prevalezca. Leer, sencillamente leer informándonos de las circunstancias que rodeen aquello que otros tratan de imponer para beneficio de unos cuantos o en beneficio propio.

Las dos actuaciones que pueden ayudar a discernir entre la verdad y la mentira, hoy en día en nuestro país, son difíciles de ejercer: la lectura y la charla.

La lectura va ganando adeptos en nuestro país. Quizá sea consecuencia de que los medios de comunicación son tan manipuladores que preferimos encender los medios audiovisuales solo en programas de entretenimiento. Pero ojo a visor. También en este tipo de programas tratan de manipular  la realidad en favor de unos o de otros. Esto tiene el peligro que dejen ser programas de entretenimiento para convertirse en programas crispadores.

El otro ejercicio para parar a la mentira es la charla coloquial. Normalmente la charla coloquial se realiza entre personas no influenciables, animosas en el conocimiento y que está lejos de la confrontación y radicalismo que en la actualidad existe en nuestra sociedad, situación conocida como crispación social. Esta crispación social la provoca quien carente de conocimientos usa el poder para imponer criterios perjudiciales para toda la sociedad impidiendo el dialogo entre ciudadanos y enfrentándolos.

Mientras el coloquio aúna el conocimiento, aunque de formas de pensar distintas, la crispación social fomenta la ignorancia.

Dicho en román paladino: En la charla coloquial se termina el café, mientra que en la crispación se le tira el café a quien piensa de forma diferente.

Hemos de tener en cuenta que un vas de vino medio vacío, para otro puede ser un vaso de vino medio lleno, pero una mentira a medias en ningún caso es una media verdad.

 

Fernando Guerrero

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