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La gran mentira

En política, como en las películas, hay expertos en vender ficciones. No hace falta ir a Hollywood para encontrar guionistas capaces de tergiversar la realidad: los grandes productores están en Moncloa, en San Telmo y hasta en la Casona del Parque. Nos cuentan una historia de éxito, progreso y bienestar que nada tiene que ver con lo que los malagueños enfrentamos cada día. 

Mientras el PSOE y el PP nos muestran una Málaga de película en los medios de comunicación que financian con dinero público, la realidad es mucho más cruda. Más del 34% de los malagueños están “al borde del abismo”, atrapados en un escenario de salarios precarios, un mercado laboral inestable y un acceso a la vivienda prácticamente imposible. Esta no es la Málaga de los sueños, la Málaga de los éxitos; es la Málaga de los olvidados por el bipartidismo corrupto. 

Durante décadas, el PSOE se encargó de convertir Andalucía en “la región más empobrecida de Europa”. Este partido hundió nuestra tierra en el paro, la dependencia de las subvenciones y, sobre todo, en la corrupción. Los ERE no son sólo un escándalo más: son el símbolo de cómo el socialismo robó el futuro a miles de andaluces, desviando 680 millones de euros destinados a los trabajadores, repito, 680 millones de euros, más de mil millones de pesetas, destinados a los trabajadores andaluces. 

Pero lo que debería ser algo imperdonable se transforma en indiferencia con la complicidad del PP. 

Hace unos días vimos a Juanma Moreno Bonilla, sonriente y cómodo en Málaga, con Montero, la salvadora enviada por Sánchez que niega la existencia de esta corrupción. Esa foto lo dice todo: el PP no está aquí para corregir los errores del PSOE, sino para convivir con ellos. 

El PP llegó al Gobierno andaluz prometiendo acabar con las políticas socialistas, pero lo único que ha hecho es mantenerlas. Moreno Bonilla no ha tomado medidas reales para aliviar la carga de los malagueños: impuestos, trabas a los autónomos y cero soluciones para la crisis de la vivienda. Todo sigue igual pero, eso sí, con su sonrisa más amplia en las fotos oficiales, la sonrisa del yerno perfecto. 

Moreno Bonilla tuvo la oportunidad de haber hecho un Milei en Andalucía, haber arrancado la motosierra contra las políticas heredadas del socialismo andaluz y haber puesto a Andalucía en la vanguardia europea y… ¿Qué ha hecho? Pulir la maquinaria de la ruina socialista.

Todas esas políticas las vemos a diario con las políticas woke de PP y PSOE. Los malagueños siguen abandonados mientras los ilegales disfrutan del lujo. Mientras los jóvenes y las familias malagueñas se ven incapaces de acceder a una vivienda, los inmigrantes ilegales reciben un trato preferente. Hoteles de cuatro estrellas, pulseras de todo incluido y todas las ayudas públicas que deberían estar destinadas a los nuestros. 

¿Cuántos malagueños han sido invitados a pasar un día en un hotel de lujo? Ni siquiera nuestros mayores, que han trabajado toda su vida, pueden disfrutar de una pensión digna o de programas como el Imserso, que cada vez cuentan con menos apoyo de los establecimientos porque apenas cubren los gastos. 

Para los ilegales, todo; para nosotros, impuestos, miseria y desprecio. 

El bipartidismo nos lo demuestra en todo lo que toca, un ejemplo es el humo de las Golden Visa. 

La farsa del PSOE que pretende hacernos creer que la eliminación de las Golden Visa solucionará el problema de la vivienda. Pero, en Málaga, esta figura apenas tuvo impacto: sólo se emitieron 451 visados en 2022, un 50% menos que el año anterior. No es esta medida la que está encareciendo la vivienda; son las políticas fracasadas y la falta de acción de los mismos de siempre. 

Y, por desgracia, seguirán así. Por eso desde Vox somos muy claros: ponemos a los españoles en primer lugar. No nos callamos ante las mentiras del bipartidismo. No nos dejamos intimidar por insultos ni etiquetas. Defendemos una realidad simple y lógica: primero proteger a los malagueños y a los españoles. Primero, garantizar el empleo, la vivienda y la seguridad de los nuestros. 

La gran mentira del PP y el PSOE ha llegado demasiado lejos. Málaga merece un futuro mejor, uno construido sobre la verdad, el esfuerzo y la defensa de los intereses de sus vecinos. El tiempo del bipartidismo está llegando a su fin y Vox está aquí para liderar ese cambio. 

Málaga y los españoles no son una película, una superproducción de San Telmo ni Moncloa. Es una realidad, nuestro hogar, nuestro futuro, y es hora de cuidarlo como se merece.

 

Antonio Sevilla

Presidente provincial de Vox y diputado en el Parlamento de Andalucía

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