Una de las característica del progresismo pseudo democrático de nuestro país es decir que no se puede judicializar la política. Que frase con mas rintintin. Eso normalmente lo dicen cuando se ven rodeados de escándalos judiciales que afectan al progresismo y lo rodea por todos lados. Cuando alguien dice que se está judicializando la política lo que quiere decir en román paladín es que existen muchos presuntos delincuentes que ejercen de políticos. A sensu contrario los políticos que son considerados por la justicias como presuntos delincuentes dicen que no se debe judicializar la política.
Es decir, lo que quieren es que la ley no se les aplique cualquiera que sea el origen y naturaleza de sus actos. Creo que algo de esto está pasando en estos momentos en nuestro país. No me canso de recordar la intervención de Albert Rivera en el Congreso de los Diputados refiréndose a Pedro Sánchez y su banda. Lo estamos sufriendo en nuestras propias carnes. La banda de Sánchez impide que su jefe dé cualquier tipo de explicación sobre cualquier asunto personal o político que le moleste. En este caso se podría decir que la política no se puede personalizar. Pero es así. La banda sabe que mientras mas apoyen a su jefe en los momentos malos mas conseguirán para cumplir sus objetivos.
Mientras mas debíl esté, mejor para la banda. Ahí los tenemos a todos unidos importándoles muy poco el la nación de la que proceden y que los ha alimentado durante siglos. No les importa el futuro, sino destrozar el presente. Y el presente no les importa ya que consideran que no tienen futuro. Esquilmar mientras puedan, pues si su jefe se va habrá sembrado suficiente cizaña su jefe para que el caos vuelva a nuestra sociedad.
De cara a Europa la tranquilidad es absoluta. La templanza es una de las característica de las manipulación y poco a poco los cabos que quedan sueltos se irán atando. De esta maraña de actos fuera de la ley en la que estan metidos miembros del gobierno y familiares solo se puede salir mediante la aplicación de la ley. Es a lo unico que pueden temer Pedro Sanchez y su banda.