No tenemos motivos para asombrarnos de las mentiras, falsedades, noticias fake y demás historias de la izquierda. Durante años trataron de convencernos que tras el muro de Berlin estaba el paraíso. Pero curiosamente ninguno se quería ir a vivir a Rusia. Igualmente, durante años una izquierda teatrera, teatral u pseudo cultural ha defendido a Cuba, pero curiosamente nunca se han ido a vivir a Cuba. Pero esta izquierda actual llega aun mas lejos. Declarándose feminista, aun hoy, no ha hecho declaración alguna contra los gobiernos islámicos por la aplicación de cuantas leyes menosprecian y subordinan a la mujer; si se han manifestado contra Israel, donde la mujer ocupa un papel igualitario.
Hablar hoy de bulos, mentiras y fango solo tiene sentido si miramos a la izquierda que hoy gobierna, por decreto, en España. Su ultima actuación es el decretazo para controlar televisión española. Dicen, ellos, los del gobierno, que la hacen mas plural pues habrá una mayor participación con mas números de partidos representados. Manipuladores, falsos, mentirosos. Quienes se sentaran tienen los intereses puestos en sus distintas televisiones regionales y cada vez que se sienten con el progre de Sánchez harán caja. Se trata de estigmatizar a cuantos no piensen como él. Da igual lo que piensen. Es como el muro de Berlin: o estas a este lado, o no estas. Acuérdense la de muertos que hubo por querer saltar el muro. Y siempre hacia el mismo sitio era el salto: la libertad. La libertad de prensa, entre otras. Técnicas milenarias de condena al ostracismo o separación con muro. Todo para mantener una posición ficticia de gobierno. No puede salir a la calle donde vive el pueblo: lo abuchean, le pitan, le insultan.
Cuando Begoña Gomez, esposa de Pedro Sánchez está cercada por la justicia esta izquierda lo que hace es hablar y atacar Ayuso y su novio. Pero nunca reconocen la situación real en la que se encuentra el matrimonio presidencial.
Un matrimonio presidencial que desde que tomo el poder piensa que España es suya. Bueno, España y el Sahara.
Un matrimonio presidencial al que no le importa considerar que los conocimientos se pueden comprar y la formación regalar. Con lo que cuesta adquirir conocimientos y enseñarlos.
Un matrimonio presidencial que es la vergüenza de Europa.
Un presidente falso, lleno de expedientes fake, desde el doctorado hasta el libro, y que lejos de preocuparse de los problemas de los ciudadanos españoles se encarga de defenderse de todas las tropelías realizadas por esa banda. Si se tira de hemeroteca, ya advirtió Albert Rivera en su discurso en el Congreso en 2019. Que pena que nadie le hizo caso.
Ha trasladado la Abogacía del Estado a la Moncloa, para su defensa. Todo a su servicio.
Esta situación solo la pueden terminar los justos quienes aplicando la ley con un criterio justo, no cedan al chantaje, la amenaza o la presión gubernamental y tengan claro el juramento que hicieron al iniciar su carrera judicial. Ellos son la salvaguarda de nuestra democracia.