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La frialdad social

Indiferencia, indolencia, insensibilidad, apatía, frigidez, desinterés, desafecto, desapego, despego, desamor.

No me digan que no. Es justo lo contrario de todo cuanto los políticos dicen que van a hacer para llegar al poder y después una vez conseguido el poder se olvidan de las buenas intenciones pues son mas difíciles de realizar que aquellas que dejan al ciudadano al servicio de sus instintos primarios. En nuestra sociedad se pretende fomentar la solidaridad, la igualdad y el buenismo en general. Se habla de todo ello con la sola intención de ocultar las consecuencias de esos instintos primarios que hacen del hombre ser su peor enemigo. La soberbia, el orgullo, la avaricia o la vanidad. Hablemos, por ejemplo de las guerras que hoy existen en nuestro planeta. Da igual el número, pero ese buenismo social ha conducido al individuo a hacer distinciones entre lo que es una guerra y lo que es un conflicto bélico. Se diferencia solo en el número de muertos anuales. Hasta veinticinco mil es un conflicto, mas de esa cantidad de muertos anuales es una guerra. Pero como se cuentan los muertos en una guerra. Está claro que según la guerra. Por ejemplo, en las que interesan a la economía y otros espurios intereses se saben nada mas ocurrir un bombardeo. Baste poner la televisión en las noticias, sobre todo a la hora de comer, para saber cuantos muertos se producen en un bombardeo realizado por Ucrania, Rusia, Israel o Palestina. Se cuentan como si se tratase de un escrutinio electoral. Tantos adultos, tantos niños. Vergonzoso, inhumano, desconsolador. Como hemos podido llegar a estos extremos en países que se dicen desarrollados.

Analicemos lo de desarrollados. En que. En el segundo plato de nuestra comida vemos como una bomba selectiva destruye el objetivo marcado con precisión por el atacante. Igualmente, los drones que de manera selectiva destruyen los objetivos. Frente a estos instrumentos los defensivos que evitan de manera contundente los ataques que se envían unos a otros. Estamos desarrollados. Frente a este tipo de guerra que se libra en países ricos y por cuyos motivos nos la meten en nuestra casa a la hora de comer y de cenar y que acreditan la mentalidad destructiva de la mente humana, existen otras guerras de las que nada sabemos a través de la televisión, como si la vida de esos pueblos valieran menos que las vidas de los occidentales. Guerras como las de Burkina Fasso, Somalía, Sudan, Nigeria, Siria o Yemen. Pueblos en los que la hambruna llega a causar otro número elevado de muertes y a los que países desarrollados le venden armas en vez de los medios necesarios para la producción de alimentos.

La frialdad social nos destruira. Seremos victimas de nuestros propios instintos primarios. Sabemos que nuestra frialdad social es el mejor apoyo para la injusticia. 


 

Fernando Guerrero

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