Más que preocupante, insostenible. Con estos escalofriantes números, Málaga lidera el aumento de la delincuencia en toda Andalucía.
Málaga, se encuentra sumida hoy en una crisis de inseguridad sin precedentes. Los datos son contundentes: los delitos contra la libertad sexual han aumentado un 12,4%, los robos con violencia un 5,1%, los hurtos un 4,4% y los robos de vehículos un 9,8%.
Pero lo más estremecedor es que los homicidios dolosos y asesinatos en grado de tentativa han crecido un 450% en los últimos cuatro años.
En nuestra provincia, cada tres días se produce una violación. Además, cinco personas al día sufren robos con violencia.
Esta escalada de la criminalidad no puede desvincularse de la realidad que vivimos: una inmigración ilegal descontrolada que entra en nuestro país sin que se tomen medidas efectivas para proteger nuestras fronteras. La relación entre este fenómeno y el incremento de la delincuencia es evidente y cualquier intento de negarlo es, simplemente, un acto de irresponsabilidad.
Inmigrantes ilegales y culturas que no respetan a las mujeres
Gran parte de los inmigrantes ilegales que llegan a España provienen de culturas en las que el respeto a la mujer no es un valor central, donde los derechos y libertades que hemos conquistado en Occidente son sistemáticamente ignorados. Esto tiene consecuencias directas sobre la seguridad de nuestras mujeres que, hoy en Málaga, están más desprotegidas que nunca.
No es casualidad que con el aumento de la inmigración ilegal también haya crecido el número de delitos sexuales. Estas cifras no son solo números: representan la realidad de mujeres malagueñas que viven con miedo, sabiendo que podrían ser las próximas víctimas.
Las élites políticas, en su obsesión por imponer su agenda multicultural, parecen ignorar que muchos de los que cruzan nuestras fronteras no comparten los mismos valores de respeto, igualdad y convivencia. Traen consigo prácticas y mentalidades ajenas a nuestro marco legal y social, muchas de las cuales perpetúan la violencia contra las mujeres.
¿Es este el “enriquecimiento cultural” del que tanto hablan desde la izquierda? No. Lo que estamos viendo es una amenaza directa a nuestra forma de vida y a la seguridad de nuestras familias.
Las mujeres, las grandes perjudicadas
Es necesario insistir en que el aumento de los delitos sexuales es una realidad incuestionable. Cada día más mujeres en Málaga temen caminar por las calles de su propia ciudad. Las políticas de puertas abiertas no solo han traído consigo más criminalidad, sino también una mentalidad que infravalora a la mujer y la convierte en objetivo fácil de agresores que no tienen reparo en violentar su libertad y su integridad.
La inmigración ilegal sin control es una traición directa a las malagueñas, que ahora viven más expuestas que nunca.
La solución es clara: control de fronteras y seguridad
Desde VOX, tenemos claro el camino a seguir: cerrar nuestras fronteras a la inmigración ilegal y aplicar leyes contundentes contra aquellos que violen nuestras normas. No podemos permitir que personas que no respetan nuestras leyes entren en nuestra patria y pongan en peligro la vida y la seguridad de nuestros ciudadanos, especialmente de nuestras mujeres.
Es fundamental expulsar inmediatamente a los inmigrantes ilegales que delinquen y asegurar que quienes vienen a España lo hagan respetando nuestras normas y valores.
Frente a quienes nos acusan de xenofobia, debemos ser claros: esto no es cuestión de racismo, es una cuestión de orden y de justicia. Las malagueñas y todos los ciudadanos de bien tienen derecho a vivir sin miedo. La inmigración debe estar controlada y garantizar que quienes llegan a nuestro país lo hagan con la voluntad de integrarse y respetar nuestras leyes. Quienes no compartan estos valores no tienen lugar en España.
El futuro de Málaga y de España está en juego
El descontrol actual es inaceptable. Málaga no puede seguir siendo una tierra donde la criminalidad crece de manera descontrolada. El gobierno debe dejar de mirar hacia otro lado y actuar con contundencia, porque el precio de su inacción lo están pagando los malagueños y, sobre todo, las mujeres, que son las principales víctimas de esta crisis.
Desde VOX no vamos a descansar hasta que se restablezca el orden y la seguridad en nuestras calles.
Por eso, exigimos control en nuestras fronteras y acabar con políticas de efecto llamada. Feijóo no puede votar junto Sánchez la legalización de medio millón de ilegales y después de las vacaciones tratar de declarar una emergencia migratoria que aumenta el gasto para acogida y ayudas a los ilegales que están por venir.
La seguridad de las mujeres, la defensa de nuestra identidad y el respeto a la ley son innegociables. Y, desde VOX, seguiremos luchando incansablemente por ello. Porque Málaga merece más. Porque España merece más.
