Hace unos días celebramos, como cada 9 de mayo, el Día de Europa, una jornada para destacar la importancia de la Unión Europea para España y, en nuestro caso, para Málaga, con muchos proyectos a lo largo de los años cofinanciados con fondos europeos y que han permitido que nuestra provincia avance.
Tenemos que estar muy orgullosos de pertenecer a la Unión Europea y debemos alzar la voz para defender una Europa mejor, donde se apueste por nuestra tierra y su progreso y también por la paz, la unidad y la cooperación entre territorios.
Este año se cumple el 74 aniversario de la Declaración de Schuman, que proponía la creación de la CECA (Comunidad Europea del Carbón y del Acero), el germen de lo que hoy es la Unión Europea. En el texto de aquella declaración se indicaba: “La contribución que una Europa organizada y viva puede aportar a la civilización es indispensable para el mantenimiento de unas relaciones pacíficas”. Palabras que hoy tienen más sentido que nunca. Como europeos, tenemos que trabajar con firmeza para asegurar la paz entre territorios.
Este gran proyecto europeo ha sido clave para afianzar las democracias y traer prosperidad. Por tanto, no podemos consentir que se den pasos atrás. Europa debe ser también garante de la convivencia en España y de la defensa de nuestros valores constitucionales.
En poco menos de un mes, el 9 de junio, tendrán lugar las elecciones europeas, que se celebran en un momento crucial y quizá el más importante de las últimas décadas, con desafíos y retos que debemos afrontar entre todos en materia medioambiental, de empleo, agua, movilidad, educación, economía, etcétera.
Y también es esencial defender los intereses de los españoles y la igualdad entre todos los territorios, algo que con Pedro Sánchez es imposible porque su único objetivo es defenderse a sí mismo y resistir en La Moncloa, con concesiones a independentistas catalanes y a herederos de ETA; sin importarle lo que de verdad necesitan los españoles.
Andalucía, Málaga, sin Europa no serían lo mismo, hay que decirlo alto y claro; y para hacer frente a esos desafíos necesitamos un PP fuerte en Bruselas para que se pongan encima de la mesa los asuntos que preocupan: la sequía, la agricultura, el déficit en la movilidad, la seguridad, etcétera.
Los malagueños debemos ser conscientes de lo importante que es acudir a las urnas para que en Europa se escuche nuestra voz. Debemos salir a la calle para explicar qué es Europa y cuánto ha ayudado a nuestro desarrollo.
Europa son nuestros pueblos y ciudades, que avanzan gracias a las políticas europeas, aunque este impulso será muchísimo mayor si en el Parlamento Europeo hay una mayoría del PP, partido que gestiona y que pone a los ciudadanos en el centro y el mejor ejemplo lo tenemos en Málaga capital pero también en otros ayuntamientos, en la Diputación Provincial y ahora en la Junta de Andalucía.
Queremos una Europa libre, pacífica, solidaria y justa con todos los territorios y Pedro Sánchez, que no nos representa tampoco en Europa, tiene que recibir un mensaje alto y claro de que queremos políticos activos, que trabajen por el bien común, para solucionar nuestros problemas actuales y retos futuros, que peleen por nuestros derechos y garanticen la igualdad y solidaridad entre todos los territorios.