El ex magistrado Manuel Díaz de Rábago, en un vídeo dado a conocer este domingo, ha pedido el voto para la coalición EH Bildu. En esa intervención, en la que afirma sentirse español -"no vasco"- y en la que recuerda que estuvo amenazado por ETA y que llevó escolta policial durante diez años, pide también rechazar "tajantemente" la "instrumentalización" que la "derecha y la ultraderecha" han hecho de la campaña electoral por la presencia de expresos de ETA en la listas de la coalición para desgastar a EH Bildu y al Gobierno de Pedro Sánchez y las mayorías progresistas en España. Entiende que la renuncia de los ex terroristas con delitos de sangre favorece la "necesaria convivencia democrática".
Que frase más convincente y conmovedora la que usa este ex magistrado: “Mayorías progresistas en España”
Esa mayoría progresista de los ERE, del Tito Berni, del uso indiscriminado del Falcón, de los mítines controlados para no sufrir escraches o abucheos.
Esa mayoría progresista de compra indiscriminada de votos.
Esa mayoría progresista que está destruyendo España gracias a la mentira, la manipulación y el continuo crispar de la sociedad.
Esa mayoría progresista que manipula los pilares de nuestra democracia para hacer de su capa el inicio de una dictadura capitalista en la que los ciudadanos seremos simples sometidos a las causas del grupo puebla en la que intervienen las ilustres Lastra y Montero, así como los advenedizos Zapatero y Sánchez.
Esa mayoría progresista para la que el progreso es exclusivamente para quienes gobiernan y los suyos.
Esa mayoría progresista que prohíbe absolutamente todo lo que no es de su agrado y que no duda en someterse al dictamen de países cuyos regímenes son sencillas dictaduras encubiertas con la mentira y la manipulación tal como se está haciendo en España.
Esa mayoría progresista que amparándose en cacareos de carácter social como la libertad y la igualdad los pisotea continuamente desde el poder.
Esa mayoría progresista que sabedora de la imposibilidad de la igualdad económica del ser humano no duda en predicar otras igualdades como las de género y los cupos de participación en órganos dirección despreciando la formación y esfuerzo individual.
Esa mayoría falsamente progresista a la que los españoles aspiramos a apartar del poder mediante el máximo exponente de una democracia: el voto.
Esperemos que el próximo día 28 los españoles manifiesten su voluntad libremente y sepamos elegir lo mejor para cada una de nuestras regiones, siendo el anticipo para desalojar de la Moncloa a quien no ha hecho otra cosa que mentir y manipular.
