La campaña por los cristales empañada de agua y, empeñada por los cafres racistas del graderío valencianista, jugaba a ser un paseo en barca por el Puerto, esperando las grúas del Monstruo Catarí.
Paco, con más nombre que su PP, juega a quedarse con la banca, en un – ¡dejarme solo! Frente a la Malagueta. Los años de gobierno, le inspiran a pedir una “confianza amplía”, para hacer lo que ya se sabe o no; pero después de que en las pasadas elecciones, estuvo a punto de caramelo Dani; para evitar darle pasta al transfuguismo, de la de todos, ha lanzado un grito de auxilio a los votantes ajenos, es decir, los moderados del PSOE, aquellos que le importe un bledo su torremanía sin viviendas sociales; a los de VOX, porque él tiene su marca en la varilla con pedigrí, de toda la vida; quizá ha tenido el tacto de no clamar por las papeletas de Ciudadanos, porque los pobres se han quedado sin papeles.
Dani que se impone sus compromisos para todos los malagueños, y en especial, para la gran mayoría de las barriadas populares, soslayadas por los años de Paco, lanza su revés para que el domingo 28, vayan a los colegios electorales todos aquellos que sienten el abandono, pero que llevaban varias jornadas lectivas haciendo la rabona.
La vieja observación y experiencia municipal, me lleva a afirmar que con los años de gobierno, ensimismados por el mismo alcalde, a éste le falta ciudad y necesita acontecimientos universales que le saquen de la monotonía del radio y extramuros, mientras a los ciudadanos le embaucarán sorpresas: Museo de las Gemas, Copa América con veleros de campeonato por nuestra Bahía, Capital de la Cultura, hasta más, ahora a probar suerte con la EXPO 2027; podremos etcéteras; porque puntos suspendidos hemos tenido de sobra.
Tiene mala magia decir que la torres dinamizarán la vida de los barrios, a la par de que las mismas provocarán inquietud en los vecinos sin viviendas. La manía de aprovechar cada solar para hacer caja hasta el ático infinito, tiene el efecto de crear una Málaga opaca, porque sin bosque urbano y mucho humano, nos tapan, hasta el los jaramagos de los alcorques. Yo no soy candidato, pero me permito dar un guiño a mis amigos y hombres de Paco, para que con moderación le vayan dando elegantemente la espalda.
