La entrevista celebrada entre Joe Bide? y Peter Sanch?, en el desván de la Casa Blanca, como era antes de la zambullida en las municipales, inmediatamente ha puesto alerta a los botarates de turno, para ver como un gesto de subestima al líder de la Internacional Socialista, amén de Prime Minister spanish; el hecho de mandarlo en solitario al patinillo para despacharse con los periodistas desacreditados.
Los majaras han sacado a relucir su álbum ajado, con las fotos de Felipe, Ansar y Rajoy, largando a dúo con los presidentes yanquis, para que comparen ocasiones. Se les escapa si las instantáneas de Pedro con Joe, en el despacho oval, son de un Biden auténtico o un impostor, de los clonados o imitadores a dólares que, debe tener el anciano presidente USA para mostrar la gerol, ante visitantes de pacotilla.
Lo que está claro es que Seinchis, le habló en inglés, pero bajito para no despertarle; los anteriores en andaluz, fachisoletano y gallego, porque de la lengua de Whitman ni papa. Amén de que en la agenda oficial, los asuntos eran de lo más oficiosos.
Me saco de la manga la idea de que en el West Wing pusieran un falsificado, no solo por seguridad que se entiende, sino por los raptus de longevidad imprevisibles. Estoy en devoción de la lectura de Amor, Pobreza y Guerra, de Christofer Hitchens, insustituible en su género de gran ensayista; en sus páginas del principio nos dice que, las tres emisiones cruciales de Wiston Churchill, de las que tanto latiguillos han sacado los politicastros, fueron realizadas por el actor contratado, Norman Shelley, que interpretaba también a mi adorado Winnie-the-Pooh, la causa es que el premier del puro tenía unas cogorzas de las de apurar barriles.
Ni mi biografía de cabecera de Roy Jenkins, las de español e inglés, se atreve a dudar de la autenticidad de la voz del líder británico por excelencia, en sus arengas radiofónicas. Desde la película el Instante más Oscuro, he visionado las excelentes interpretaciones de Churchill, de Gary Oldman, Brian Cox, hasta más de 15; pero aunque nos lo han sacado discurseando en bolas en el WC, nunca se han atrevido a sacar al ventrílocuo para no mermar la patriotería de los brexíticos.
No sé, si visto el fervor adversario a Pedro Sánchez, los de la cuerda debemos apostar por clonarlo, para aumentar el cuaderno de sus apariciones y chincharlos.
