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Canal siesta

Un medio que no cito porque me publicaba, ha tenido el mal gusto de creer como el ladrón, el deber o condición de todos los que emiten de ser de su condición; denunciando a nuestro simpar Canal Sur, de ocuparse en demasía de la siesta con orinal, para no decir ni mú del affaire en el que está envuelto Bendodo, por supuestas contrataciones ilegales en la pandemitis.

Sería de malísima laya que, Juanma y Medio o el ejército de los que colocó Elías en la televisión andaluza, ahora se dedicaran a buscarles las cosquillas con sus asuntillos, mientras vuela en su Halley davison dando trompas a siniestros o ultras diestros, al servicio de Feijoó.

Ocuparse por la saludable vida del televidente, es un servicio público que mejora las demoras del SAS, por eso la siesta, no debe ser cuestión de aplanarse en el tresillo, poner la tele bajita y a soplar; debe obedecer a un ritual de somier sigiloso y la compaña de una escupidera. Nuestro bienestar está garantizado, pero también podremos ayudar a una industria llamada a desaparecer, la de los orinales para los ajuares.

De pequeño arreciando las calores de la campiña andaluza, mi tía me obligaba a echarme un sueñecito tras el salmorejo, a cambio de despistar los deberes veraniegos; un día de aquellos me escapé de sus severidades, para tocarme con un cencerro y despertar a los roncantes con el tolón, a la par que les levantaba el sombrero de paja; me gané más de un varetazo de olivo, por la travesura de romper el sueño sobre aparejos de los queridos muleros, sin otro orinal que correr a las cuadras o a la estercolá.

Esta putadita me viene al recuerdo, porque el tractor los mandó a Cataluña, las yuntas para chacina, los nietos culés; mientras entre sábanas chapurrean en catalán, sus sueños de la siestecita de las derivas longaniza y cava, sin orinal que valga.

Encontré entre los cacharros viejos un botijo, pero la bacina está desaparecida, espero pronto anuncios de porcelanas andaluzas con decorados de Toros para todos. 

Curro Flores

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