Inicio Opinión

Haz y envés del turismo

Los trabajadores han tenido la suerte de que el lunes fatídico, coincida con la celebración del 1 de Mayo; un puente capaz de movilizar hacia las playas de la capital del Sur de Europa a medio mundo y los omeyas; hasta el terrá ha volado más que el AVE y nos ha puesto la caló por las nubes. Ya es chacota, pero espero que mis sindis no tengan problemas con las mesas de los bares en el manifestódromo.

Mi dilecto es compañero de bancada escolar, Diego Torres, tan afortunado que vive en sus islas; estaba contentísimo de su última visita a Málaga, la que por wassap me celebraba el enorme cambiazo del céntrico solar del paraíso. Inmediatamente coincidí, pero apostillé que la alegría no iba por barrios, rápido contestó que se me veía bastante el plumero ante el adversario De la Torre. Salvo los finiquitados, de los de mi época han pasado de la alegría del cambio, a echar sesera en el  recambio, menos los mínimos que seguimos atados al ancla ideal de nuestros anhelos y reveses.

Sería anti todo, no reconocer la realidad de nuestra eficaz apuesta por el Turismo y sus excepcionales resultados, aventura que nació en el Plan Estratégico de la corporación de Aparicio, junto a la apuesta tecnológica y cultural como ejes de nuestro desarrollo, adobada con la perdida de Torremolinos, ex barrio de los visitantes foráneos.

Desde los fondos europeos, a los de todas las administraciones correspondientes, desde aquellos años, han puesto diligencias y alfombras para el disfrute de nuestra ciudad y las playas sin rocas. Ese es el haz, pero el envés, lo vivía  el otro día comprando en una barriada popular malagueña a la avispada de la ONCE, la buena mujer le lanzó un grito a una rata desafiante, mientras, sería el calor una procesión de cucarachas desfilaba por la acera, ese es un flash instantáneo del envés. Espero que el 28 del mes de las flores mejore todo el panorama, para que nuestro orgullo crezca al unísono.

Curro Flores

Ir ARRIBA