Normalmente en nuestra cultura ibérica el tirar cohetes es señal de alegría. De hecho hay eventos sociales como las fiestas locales que cuando acaban se suelen tirar cohetes, o dicho de otra manera, hacer fuegos artificiales. Con esta expresión se trata de demostrar la existencia de fuego, pero del que no hace daño. Podríamos hablar en ese caso de fuegos de artificio. Una de las acepciones que nuestro Real Diccionario asigna a la palabra artificio es la de “disimulo, cautela, doblez”.
Hace un año que se inicio la guerra de Ucrania y Rusia lo ha celebrado, entre otras cosas, con fuegos de artificio. No sé que celebran. Contravenir las leyes internacionales causando miles de muertos por invadir parte de un país diciendo que es suyo, me parece poco motivo para tirar cohetes. Entre otras cosas, por respeto a los asesinados en la guerra por esos otros cohetes matadores y reales. De uno u otro bando. Pues los celebrantes han enviado a matar a un país extranjero a sus ciudadanos y a mercenarios. Y allí, en un país extranjero, están muriendo. Al menos, los ucranianos mueren por la defensa de su país.
La deshumanización social no puede ser mayor. Hablamos de asesinatos de una sociedad europea, como si de una película se tratara. Y lo peor es que mientras más nos entretengamos más sangre se derramara. Lo dice Borrell Ucrania no necesita aplausos, necesita armas.
Pero hay más cohetes de artificios en nuestra sociedad. Veamos algunos de ellos:
No se puede tener más poca vergüenza por parte de las feministas que defienden la reducción de penas y las excarcelaciones de los violadores y reos de violencia de género afirmando que la justicia feminista no es punitiva. Entonces que es machista. ¿Qué es entonces la aplicación de una ley a un reo? Una recompensa.
Otro ejemplo de fuego de artificio es la continua repetición, llegando a avergonzar al oyente, de que la moción de censura presentada por Vox proponiendo a Tamames, no es más que un acto en el que Partido Popular “tira la piedra y esconde la mano”.
Cuantos miembros del gobierno han repetido esa frase queriendo criminalizar al Partido Popular.
Y cuando sale algún caso de corrupción que afecta al partido socialista la continua mención que hacen a los casos de corrupción del Partido Popular como que riendo tapar sus excrementos con los de otros partidos. Tiene este gobierno la osadía de afirmar que el Partido Popular no puede darles clase de honradez.
Incapaces de gobernar con un programa que beneficie al bien común se dedican a insultar a quienes no piensen como ellos y a defenestrar, estigmatizar y perseguir a los empresarios.
Con la salida de Ferrovial han iniciado la alocución mediática de artificios para convencer a la ciudadanía que los malos son los que se van. Además, en programas de radio usa la ministra de economía el artificio de afirmar que hay empresarios que los que temen es que cambie el gobierno y entre uno del Partido Popular. Artificios para mantenerse en el poder pues fuera del poder poco podrán hacer. Solo tomar la calle y seguir la doctrina de Largo Caballero:” Si los socialistas son derrotados en las urnas, irán a la violencia, pues antes que el fascismo preferimos la anarquía y el caos”. Esta frase la pronuncio Largo Caballero el 10 de febrero de 1936 en el Cinema Europa.
Para los que hoy están en el poder esta su justificación. Todos los que no piensen como ellos no tienen cabida en la sociedad gobernada por ellos.
