Inicio Opinión

Cabo de patinazos Bendodo

El exgrumete Elías llegó a toda máquina al nombramiento de “capitán del regreso”  De la Torre; la prensa, una, nos lo mostró perita, al mando de una harley Davidson a su llegada; aunque lo suyo hubiera sido conducir un monopatín, ya que derrapa en demasía.

Paco, que tiene para su gloria y nuestra regresión, el ser el alcalde de casi el primer cuarto del siglo XXI en Málaga; suma éxitos evidentes para nuestra ciudad, tan de moda, que hasta el turismo del INSERSO, se va a Torremolinos en Semana Blanca, porque no queda un camastro libre ni debajo del puente del CAC. Bendodo, Navarro, Salado y Pérez de Siles, agradecidos y cobrados por sus éxitos electorales, le vitorearon como su capitán de Jabega, dispuestos a remar a toda vela con hidropedal a su mando, por su futuro en la Ciudad del Paraíso.

Eligieron para la “jura de maneras” la sala de teatro de la Escuela Superior de Arte Dramático; nunca lugar más apropiado para una comedia de enredos; pero siempre mejor que la última representación del alumnaje sometido a representar el PROCESO de Kafka, con el fondo de la música de Ave María de Bisbal, engendro que da para una gran metamorfosis de sainetes electorales.

Bendodo que escala y patina a compás, experto en saber que una amañada noticia, da para creer que al profeta Jonás lo regurgitó un chanquete: empezó de tropa como edil de Paco, con no sé cuantas encomiendas; entre ellas las del “corpore sano” deportivo, para lo que puso empeño en hacer instalaciones, hasta de nivel olímpico. Pero siguiendo la inercia de su antecesor en Deporte, el Sr. Lucena, buen hacedor del Martín Carpena, pero que la techumbre chorreaba más que la de la Catedral. Me entero a toda plana que, su celebrada piscina olímpica de INACUA, lleva más un año SIN AGUA al ceder parte de la cubierta y que el vaso se calaba, pero hacia los avernos. Al fin volverán a entrenarse los olímpicos sin su “corpore in sepulto” gracias a la pesquis.

Justiniano que tantas horáculas me costo en Derecho Romano, tuvo un biógrafo lisonjero para destacar sus hazañas, su corpus legislativo y sus bondades; pero al atardecer el buen escribano retrataba en secreto el envés de las maldades sanguinarias de su amo. Así que ojo al parche.

Curro Flores

Ir ARRIBA