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Heterofobia

El personaje homosexual que yo interpretaba en 'La ley del deseo' cometía un asesinato hacia la mitad del relato, y me sorprendió que en Estados Unidos eso no produjo ninguna controversia en el circuito norteamericano….. Que este personaje cometiese un crimen era perdonable desde la óptica de una supuesta moralidad cinematográfica, pero que fuese homosexual,no….. Matar a un ser humano sí, besar o hacer el amor con una persona del mismo sexo no”.

(Antonio Banderas)

He querido comenzar mi reflexión de hoy en este mercurii dies con el comentario de uno de los abanderados del cine español (con mejores dotes de vendedor que interpretativas para mi gusto)…La ley del deseo marcó un hito en aquellos rompedores ochenta..confieso que Eusebio Poncela siempre me ha fascinado y que me dejé llevar por la ola perfecta  almodovariana…

Me considero militante de todas las causas que tienen en el mascarón de proa la figura del humanismo, creo en una sociedad que equilibre en la diversidad, donde no exista supremacía de unos grupos o lobbies sobre otros…la historia está escrita con la letra del abuso del poder, de cualquier tipo de poder…por eso me resisto a concebir que quienes han padecido la opresión y la persecución a lo largo de siglos de moral judeocristiana blanca lleguen a excluir a otros o se coloquen en el primer puesto del podio social…estoy convencida de que la naturalidad es el mejor camino, de que las conductas homófobas que se dan en nuestros tiempos se muestran como la reacción reaccionaria de la vieja guardia corolada de moralina barata… cualquier tipo de ataque personal es inválido, ya sea por el color, la talla de pantalón o los tatuajes que se haya dibujado en el mapa de la piel…pero lo que afecta al ámbito privado de la persona y de la personalidad es sagrado para mí…creo que la orientación sexual, el género o simplemente, la opción vital de cada uno, no debe trascender al ámbito público, no tiene relevancia para mí..me es totalmente indiferente lo que cada individuo realice en su esfera privada, siempre que no afecte a la colectividad…

En los últimos tiempos estamos asistiendo a una polarización muy extrema que aboca a la necesidad de posicionarse …y yo me decanto por la libertad de pensamiento y la diversidad como valor…

Me gustaría realizar alguna puntualización…las mujeres feministas siempre fuimos claramente defensoras de los derechos de quienes no los tenían reconocidos legal y/o socialmente…defendimos el matrimonio entre personas del mismo sexo…patrocinamos la formación de familias variopintas en igualdad de condiciones…pero quiero denunciar la existencia de un poderoso lobby gay que está influyendo en diferentes debates y que está consiguiendo un poder supremacista de los hombres homosexuales…la cuestión que más me indigna es la defensa de la maternidad subrogada para perpetuar el ADN del varón…igualmente, soy de la opinión de que los colectivos femeninos no avanzan a la misma velocidad, véase lesbianas, mujeres bisexuales o transexuales…en el imaginario colectivo sigue relegado a un segundo plano y no me observa con el mismo rigor y seriedad…estoy convencida de que el la sombra del patriarcado es demasiado alargada…vivimos en la era del imperio de la puma..

Por eso me molesta el exhibicionismo de lo que debe vivirse con naturalidad…

Ser heterosexual también es una opción…siempre critiqué que en las mesas de trabajo políticas sobre feminismo sólo hubiera mujeres y que en los grupos de diversidad sexual no tuvieran cabida los heterosexuales…por momentos empiezo a detectar y a detestar una cierta heterofobia…

“En sí, la homosexualidad está tan limitada como la heterosexualidad: lo ideal sería ser capaz de amar a una mujer o a un hombre, a cualquier ser humano, sin sentir miedo, inhibición u obligación".

Simone de Beavoir, una de mis mujeres escritoras, filósofas favoritas…hubo un antes y después de ella…su lucidez y clarividencia ha sentado los pilares del feminismo y de la lucha por la igualdad social desde la obviedad del sentido común..

Porque hoy es miércoles, te deseo mucho ánimo y mucha fuerza para afrontar este oscurantista medievo…

 

Encarnación Páez

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