Cuando los políticos llegan al poder no hablan de riqueza. Hablan de solidaridad, política económica progresista, del bienestar social o cualquier otro concepto que entretenga a los ciudadanos mientras ellos hablan de proyectos que nunca llevaran a cabo pues son incapaces de desarrollar algo que nunca han realizado: el trabajo. Desde un punto de vista humanista el trabajo puede ser definido como el intento de una persona para conseguir algo con esfuerzo. La compensación a ese esfuerzo está representada, normalmente, por el éxito en la ejecución de lo propuesto que siempre se manifiesta en el beneficio económico que se derive por haber conseguido el objetivo, otras ese beneficio económico no llega pero el esfuerzo realizado para conseguirlo anima para intentarlo de nuevo.
El político no consigue nada con esfuerzo. Lo consigue de manera sibilina y torticera que es la manera más fácil de manipular a una sociedad cada vez más inculta y adaptable a los intereses de los políticos. Fíjense, a los intereses de los políticos, cuando los políticos cacarean continuamente que son ellos los que están al servicio del ciudadano, el efecto social es el contrario. El ciudadano al servicio del político.
Inventan continuamente para desafectar al ciudadano. Cuando ven que ha sido imposible la lucha por la igualdad económica crean la igualdad de género con una justificación de feminismo con la única finalidad de conseguir el voto de la mujer para seguir en el poder. Hay que tener en cuenta que existen en edad de votar casi un millón de mujeres más que de hombres.
Pretenden hacer que el ciudadano olvide todo cuanto a los políticos les pueda interesar, de esta manera al no tener pasado la ciudadanía se convierte en un zombi que carente de recuerdo, el futuro es tan inalcanzable que los políticos se lo envuelve en continuas promesas utópicas con la única finalidad de mantenerlos en la ilusión. Para ello han destruido el pilar de una sociedad libre, la educación y con ella la familia.
En nuestra sociedad la mentira y la difamación constituyen las bases sobre las que se mantienen los políticos.
