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Trampas al solitario

La Junta de Andalucía ha superado, por primera vez en su historia, los 300.000 empleados públicos. Esto son trabajadores que refuerzan nuestra sanidad, nuestra educación y nuestros servicios sociales, según ha informado el propio Gobierno central a través del Ministerio de Política Territorial.

Subrayamos la procedencia de este dato objetivo por si algún socialista se ve tentado de cuestionarlo o de lanzarse a desmentirlo directamente, dada la tendencia al pataleo y el bulo suscrita por este partido en los últimos meses.

Y es que la respuesta del PSOE para tratar de minimizar las cifras históricas que está alcanzando Andalucía es jugar a la desinformación y el enredo, denunciando recortes a sabiendas de que las inversiones en sanidad y en educación superan por primera vez el 7% y el 5% de nuestro PIB.

Hechos tangibles frente a las promesas incumplidas durante décadas que hacen tambalearse las banderas del socialismo; aquéllas que alzaban cada vez que prometían el macrohospital, el instituto de Teatinos o nuevas inversiones en materia de depuración de aguas.

En estos casos, hablamos de una infraestructura sanitaria que nunca se tradujo en nada, pese a que venían anunciándola desde 2008; mientras que el centro educativo al que hacemos referencia fue inaugurado por el Gobierno andaluz del cambio en 2019 tras 20 años de reivindicaciones; y lo único que hemos recibido en materia de depuración son multas millonarias de Europa, pese al canon impuesto en el recibo de todos los andaluces desde 2011.

Pero la desidia y la parálisis impuesta por quienes se creían imbatibles en las urnas ha quedado atrás. En apenas tres años, esta nueva Junta ya ha sacado a concurso el proyecto y la redacción de obras del Tercer Hospital con un presupuesto de licitación de 21,7 millones de euros, al tiempo que la plantilla de sanitarios ha crecido un 20% en Málaga, pasando de los 16.738 profesionales de 2018 a los más de 21.000 actuales.

Asimismo, más de 7.000 nuevos profesores se han incorporado a las aulas andaluzas para reducir las ratios y mejorar la calidad educativa, mientras que los beneficiarios de la dependencia han crecido un 21% en la provincia, pasando de los 33.551 de 2018 a los 40.741 registrados al cierre de 2021.

Avances como la puesta en marcha del Hospital de Estepona, del Guadalhorce al cien por cien o la ampliación del Costa del Sol, tras doce años paralizada. O el impulso dado a los nuevos centros de salud de El Palo o de Gamarra en la capital ponen de manifiesto que había otra manera de hacer las cosas.

Y no sólo eso. El metro llegará al centro antes de la próxima Feria de agosto, un impulso que contrasta con los diez años que la obra estuvo paralizada en el entorno de la avenida de Andalucía, mientras que la actuación para la restauración del cauce urbano del río Guadalmedina ya es una realidad, frente a décadas de inacción socialista.

Ahora la Junta no es el problema, sino la solución; ya no estamos a la cabeza de Europa en corrupción y a la cola en servicios públicos. Ahora, por primera vez y gracias a la aprobación de tres bajadas masivas de impuestos y a la simplificación administrativa, Andalucía supera por primera vez a Cataluña en número de autónomos y nuestra economía crece a un mayor ritmo que la media española.

Por ello, frente a tanta evidencia, los socialistas se han instalado en la técnica de la mentira y el escrache. Lo vimos hace unos meses cuando el propio secretario general del PSOE de Málaga orquestaba una movilización de alcaldes socialistas en la provincia para exigir mejoras sanitarias; plataforma que, por cierto, ya ha sido desactivada.

Además, numerosos dirigentes del PSOE andaluz de Espadas se hacían eco de un bulo que circulaba en redes sociales desde un perfil falso y que cuestionaba el caluroso aplauso de profesionales sanitarios al presidente Juanma Moreno. Caía en este fraude el exsenador socialista Miguel Ángel Vázquez, quien también fuera consejero de Cultura y portavoz del Gobierno andaluz.

Una noticia 'fake' con la que los socialistas cruzaban todas las líneas rojas con tal de desprestigiar el avance que el PP está impulsando en materia sanitaria porque les deja en evidencia.

Así las cosas, mientras unos se hacen trampas al solitario, otros seguimos trabajando sin descanso por que Málaga y Andalucía despunten y ocupen el lugar que se merecen. Nunca es tarde y a los hechos me remito.

[cabezon name="Elisa Pérez de Siles Calvo" designation="Portavoz del Grupo Popular Ayuntamiento de Málaga" img="Elisa" /]

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