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Mi mamá me mima

Los adultos nunca entienden nada por sí mismos y es algo extenuante para los hijos tener que explicarles siempre las cosas

Hoy he querido comenzar mi reflexión marciana con esta sabia afirmación de uno de los filósofos de la sencillez, Antoine de Saint- Eupéry...y es que uno de los grandes misterios de la humanidad ha sido,es y será la relación intergeneracional y, sobre todo, las relaciones paternofiliales...

Soy madre de dos veinteañeros y, ahora que puedo pararme y descansar, me planteo cómo he sido capaz de sobrevivir a tamaña hazaña...me contaron una historia de liberación femenina..y yo me lo creí...y lo practiqué...Lo más extraordinario que me ha ocurrido en mi vida es la mágica experiencia de parir a dos hijos...aprender que no son una prolongación de mí, ni un repuesto, ni una segunda oportunidad vital para alcanzar lo que yo no fui capaz....aprender que no sabemos nada de la maternidad y paternidad....de repente llega un ser desconocido a tu vida del que no conoces su idioma...la sensación de miedo, impotencia y desconcierto es bastante notable....pertenezco a una generación que mamó la mitificación de la maternidad...y confieso que cuando leí que la malagueña Laura Baena había creado un blog llamado el Club de las malasmadres reconozco que me sentí aliviada...yo sabía que era una malamadre, pero ya no era la única...Recuerdo la deliciosa sensación identitaria experimentada al leer los síntomas: quemar las croquetas, comprar los disfraces de carnaval y los trajes de pastorcillo el último día en los chinos infartada y cruzando los dedos para que no se hayan agotado....mi hijo mayor me ha estado reprochando "cariñosamente" que una navidad se me olvidó el traje de pastor y fue el único partorcillo con jeans al estilo Marlboro amer¡cano....Las cincuentonas venimos de generaciones castradoras oníricas femeninas, donde las mujeres eran las parias de la libertad....y nos vendieron un producto envenenado llamado independencia y trabajo fuera de casa....nunca tuve vocación de ama de casa, aunque fui criada como una joven casadera, pero tengo que confesar que la mayor esclavitud que he sufrido ha sido salir adelante con la dolorosa sensación de no haber tenido tiempo y paciencia con mis hijos....trabajar sin horario, estar pendiente de las necesidades de la casa....intentar que tus hijos te perciban como una madre atenta...es cuasi imposible... Y es que cuando se arrastra cansancio crónico es muy difícil estar de buen humor para aguantar berrinches o tener la ternura suficiente para contar cuentos adormidera....

Permitidme esta reflexión- desahogo-homenaje ...porque ser padres es una asignatura de alto riesgo y responsabilidad para que no existen libros de texto ni manual de instrucciones...criamos a nuestros hijos y los educamos con buena voluntad, pero viviendo, trabajando y aprendiendo...no hay un impasse vital para dedicarles toda la atención que merecen...

La escritora Jill Churchill decía que " No hay manera de ser una madre perfecta, hay un millón de maneras de ser una buena madre"...y yo espero haber encontrado alguna de las maneras de serlo...

Porque hoy sigue siendo martes, te deseo que te cases y que te embarques y, ya puestos, que te reproduzcas y puebles la tierra...

A mis hijos....perdonadme, si sois capaces....

[cabezon name="Encarnación Páez" designation="Abogada" img="paez" /]

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