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Españofobia

Entendemos por tal la aversión exagerada que algunos políticos sienten hacia nuestro país o nación.

Por lo que no me refiero, en principio, a la idea de reconquista que tiene el mundo árabe respecto a nuestra España, país para ellos extranjero. Lo ha sido siempre y lo seguirá siendo. Sí me refiero con este término a quienes dentro del mundo árabe realizan asesinatos masivos pretendiendo atemorizarnos para imponer su shaira destruyendo así nuestras libertades, esencia de nuestra cultura. También me refiero, y este es nuestro peor enemigo, a quienes desde el poder que la democracia española les ha conferido hacen manifestaciones tibias tras los asesinatos de quienes nos atacan en nuestro territorio nacional.

Casualmente, esos irresponsables políticos, son las mismas personas que al ocurrir el acto ilegal y delictivo que el Sr. Puigdemont ha realizado en Cataluña defienden dichas ilegalidades hasta el extremo de incluso ofender y reprobar a las propias fuerzas de seguridad del estado cuando lo que hacen es cumplir con la legalidad vigente, incluso acatando las órdenes de no defenderse. Sí, de no defenderse. Algo que hemos visto de manera continuada en los medios audiovisuales de comunicación.

En otros medios se ha propagado la imagen de los policías asiendo a la señora mayor, amiga de Otegui o ciudadanos ensangrentados y con dedos rotos. Aunque no haya sido para tanto, algunos medios lo han propagado como muestra de la violencia de la policía. El asedio y acoso con insultos, pedradas a las fuerzas del orden legalmente establecido se ha pasado por alto. Parece como si esta izquierda española entendiera que las fuerzas del orden están para aguantar cuanto los alborotadores y delincuentes sean capaces de hacerles. Esos irresponsables políticos repiten continuamente que se vulnera el derecho a decidir. Pero el derecho, en una democracia, nace de la legalidad. De la ilegalidad nacen los actos delictivos e ilegales.

En este último caso destacan declaraciones a favor de regímenes como el Venezolano, al que reconocen la legalidad y al que no critican en la represión que se ha producido recientemente en las calles, así como niegan la existencia de presos 'políticos en ese país. A la contra, en España, nuestro país, no existe legalidad en el gobierno y sí existen presos políticos y de la violencia de las fuerzas del orden no digamos. Se ha llegado a afirmar que tienen reminiscencias franquistas. ¡Cómo no! La palabra mágica de una izquierda que no tiene nada que crear y por ello pretende destruir. Nada dicen cuando se agrede a las fuerzas de seguridad, cuando se acorralan o cuando son objeto de violencia.

Es más desde estamentos públicos se ha llegado a criminalizar las actuaciones de los cuerpos de seguridad del Estado. Incluso se les ha llamado animales que no merecen alojarse en hoteles. Se ha reprobado a la Sra. Sáenz de Santamaría. Y se le da altavoz y cámara a cualquiera que quiera insultar y despreciar la actuación de nuestro gobierno o la de cualquiera de sus miembros o fuerzas de seguridad del Estado.

El Partido Socialista Obrero Español, lo de español hay que quitárselo, se dedica "al sí pero no". Condena con la CUP, ERC u CIU "la represión policial violadora de la democracia". De los que toman violentamente la calle defendiendo un golpe de estado no dice nada ni los condena. Le da palos al gobierno, pero al presunto delincuente, Sr. Puigdemont, ni lo menciona. De esta manera pretende ganar votos en Cataluña. Es probable que los únicos votos que tenga en Cataluña sean los que actualmente tiene el Partidos Socialista de Cataluña. No va a haber más.

Se ha sometido usted a la ilegalidad del Sr. Puigdemont y eso tendrá unas consecuencias irreparables para su partido en España. Es la hora de dar la cara por España, no de contar el cuento de la buena pipita. Con dirigentes como el Sr. Sánchez el Partido Socialista manifiesta una gran Españofobia.

 

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