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Justicia para la familia de Lucía Vivar

Antonio y Almudena confiesan que están muertos en vida desde que su hija, la pequeña Lucía, apareció muerta en las vías del tren. Antonio y Almudena no se explican aún qué fue lo que ocurrió, pero tienen claro que lo que pasó dista mucha de la versión oficial ofrecida por la investigación de la Guardia Civil.

Y este fin de semana cientos de vecinos en Pizarra, más de 4.500 en Alhaurín el Grande, han exigido Justicia, lo que versaba en sus camisetas blancas manchadas de una mano negra en la que se puede leer "Todos somos Lucía".

Y este clamor, este apoyo a una familia rota por la desgracia, esta exigencia, surge cuando la explicación oficial de la desaparición y hallazgo del cuerpo de Lucía hace aguas por muchas partes.

Nadie mejor que sus padres conocían a Lucía, nadie mejor que Almudena sabe que la pequeña, de tres años, no se habría adentrado sola a la oscuridad de unas vías y habría recorrido, con sus pequeños piececitos 4 kilómetros de distancia. Nadie mejor que Almudena sabe que no habría andado todo ese tiempo sin la compañía de su chupete.

También nadie mejor que Antonio sabe que a sus gritos desesperados, llamándola apenas unos minutos después, su Lucía, su pequeña, habría contestado. Él, que mide cerca del 1´90 de altura, en apenas unas zancadas habría alcanzado a su niñita, con sus gritos la habría alertado, con la compañía de todos los que la buscaron la habría encontrado si ciertamente hubiese estado en las vías.

Porque esa y otras, son las preguntas de esta familia que, tras encargar un informe forense privado, han constatado que la cabeza de Lucía presentaba dos golpes. El primero que habría causado la muerte de la pequeña, y el segundo que podría corresponderse con el recibido por el tren, pero que sucedería cuando Lucía ya no estaba viva.

Así que la versión oficial se viene abajo y deja todas las dudas, preguntas, incógnitas y sospechas a estos padres muertos en vida. Como decía Almudena hace unos días "Si antes lo teníamos claro en un 99%, ahora lo tenemos en un 99´99% de que la muerte de mi hija no es accidental".

Por eso, por la tranquilidad de esta familia, de los vecinos de Alhaurín el Grande, de Pizarra, de toda una provincia volcada en el dolor de los Vivar, es necesario esclarecer la muerte de Lucía, ¿cómo desapareció? ¿Fue voluntaria? ¿Llegó sola a la vía del tren en donde se encontró su cuerpo? ¿Qué causó su muerte? Preguntas y más preguntas que no tienen una respuesta convincente para Antonio y Almudena.

 

[cabezon name="José Palacios" designation="Periodista " img="pepepalacios" /]

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