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Pateras e inmigración

Llegan ateridos de frío, después de pasar horas a la deriva en alta mar. La mecánica sigue, casi siempre, un mismo patrón. Una llamada telefónica alerta de la presencia de una patera a varias decenas de millas de la costa. En el interior de la patera medio centenar de inmigrantes, casi todos varones, pero últimamente les acompañan varias mujeres, a veces embarazadas, también algún menor.

Las patrulleras de Salvamento Marítimo son las que llegan a socorrerlos, un trabajo incansable y abnegado. Sólo en lo que llevamos de año han rescatado a más de 1.800 personas, el doble que el año pasado. Y el goteo de pateras es incesante. Por un lado porque las condiciones de la mar y de la climatología lo permiten, por otro porque las mafias han visto en este tipo de inmigración una fuente de ingresos y negocio.

Mafias que comercian con el futuro de unos hombres y mujeres que arriesgan su vida, este fin de semana tres morían ahogados en Ceuta sin lograr su ansiado objetivo de llegar a Europa, a España.

En estos años he tenido la desgracia de cubrir varios naufragios de pateras con muertes por ahogamiento de jóvenes subsaharianos que buscaban un futuro mejor. Muertos sin nombre, lápidas que únicamente inscriben un número. Vidas truncadas, ilusiones ahogadas en el Mar Mediterráneo.

Y lo peor es que no veo forma de solucionarlo, de darles una vida mejor, de llegar a Europa de otra forma. Otros saltan la valla de Melilla o Ceuta, arriesgando su vida, sorteando la presión (a veces los palos y golpes) de las fuerzas auxiliares marroquíes. Y todos buscan lo mismo, labrarse un futuro mejor que en su país.

El drama de la inmigración recorre toda Europa y nuestro continente sigue mirando para otro lado, como un problema lo que es una demanda. Sin ayudar en origen, sin invertir en sus países para que mejore su situación, para que, al menos, puedan plantearse un futuro. Mientras tanto seguiremos viendo pateras llegar a nuestros puertos. Hoy por hoy les es más factible arriesgar la vida y llegar a costa europea que mal vivir en sus países.

 

[cabezon name="José Palacios" designation="Periodista " img="pepepalacios" /]

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