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Urbanismo cifra la renovación del espacio central de la Alameda por casi dos millones de euros

Urbanismo cifra la renovación del espacio central de la Alameda por casi dos millones de euros

Carril central de la Alameda Principal.

Adjudicación a la empresa Verosa

MÁLAGA.- La mesa de contratación de la Gerencia Municipal de Urbanismo, reunida este martes, ha propuesto la adjudicación de la segunda fase del proyecto de renovación urbana de la Alameda Principal, la que intervendrá en el espacio central, a la empresa Verosa Proyectos y Servicios por un importe de 1,832.509 euros (incluido IVA) y un plazo de ejecución de 6 meses, de entre las casi 30 (29) ofertas presentadas a esta licitación pública.

Las actuaciones de esta segunda fase serán financiadas y ejecutadas por el Ayuntamiento y abarca el encuentro de la acera norte con la calle Larios y plaza de la Marina, así como el espacio central, las obras contempladas de adecuación en el aparcamiento subterráneo de la Plaza de la Marina así como la rehabilitación de la escultura del Marqués de Larios y la mejora de su ubicación.

Se estima que estos trabajos den comienzo tras la Semana Santa.

Forman parte de un ambicioso proyecto que supondrá la recuperación para la ciudadanía de este singular enclave como lugar de encuentro y la renovación urbana de la totalidad del ámbito desde la Plaza de la Marina hasta la conexión con el puente de Tetuán. Así, más del 70% del ámbito (zonas norte y sur) será para uso peatonal con paseos, zonas verdes y equipamientos de ocio; y se restringirá el tráfico rodado a la franja central, destinada principalmente al transporte público y al vehículo privado.

Redactado por la Gerencia Municipal de Urbanismo y en coordinación con el resto de áreas, será financiado entre el Consistorio de Málaga y el Gobierno Andaluz y es fruto de un amplio proceso participativo en el que vecinos, comerciantes y colectivos han sido partícipes del mismo.

Corresponde la Fase 1 a la acera norte, con financiación y contratación por la Junta de Andalucía, vinculada a los obras del Metro. Las fases 2 y 3 serán financiadas y ejecutadas por el Ayuntamiento. La Fase 2 abarca el encuentro de la acera norte con la calle Larios y plaza de la Marina, así como el espacio central, las obras contempladas de adecuación en el aparcamiento subterráneo de la Plaza de la Marina así como la rehabilitación de la escultura del Marqués de Larios y la mejora de su ubicación. La Fase 3 abarca las obras correspondientes a la acera sur y está actualmente en licitación.

El proyecto de ordenación del espacio Alameda Principal se plantea desde el punto de vista de la recuperación histórica y la conservación patrimonial, incorporando esta capa histórica a la capa funcional e informacional que configura el espacio contemporáneo.

Como proyecto recuperador del espacio decimonónico, e independientemente de la ubicación del tráfico, se proyecta el nuevo espacio de la Alameda considerando las huellas preexistentes en el lugar, que se encuentran documentadas en planimetrías correspondientes a los siglos XVIII, XIX y XX. En una primera intención de proyecto, se dibujan las líneas pertenecientes al contorno de la antigua rambla o bulevar, cuya pavimentación se correspondía con materiales arenosos y alberos de carácter continuo. El material base de este contorno se compone, por tanto, de un pavimento continuo de colores cobrizos teñido con árido del lugar en masa, en un gesto por recuperar el material continuo y anaranjado presente en la época. En su superficie, se corresponde con el soporte de equipamientos de ocio, tales como juegos de ajedrez, infantiles, de música, áreas expositivas vinculadas al barrio del Soho, pizarras o mesas de juegos.

Desde el punto de conservación de los ficus, se establece una zona mínima de 5,4 m en un gesto de dignificación a este patrimonio centenario, con un pavimento bandas en el que se alterna un pavimento verde de tierra vegetal y pavimento sólido prefabricado para diferenciarse con claridad del resto de material continuo. Este pavimento avanza hacia la zona peatonal y sale del contorno definido por las trazas del bulevar original, para así coser su área con la zona peatonal más contemporánea. En este contorno, se establece una zona de protección para los ficus de tierra vegetal delimitada por acero cortén, según el área mínima necesaria para cada uno de los árboles, y un alcorque de arbusto bajo para dotar de escala doméstica al jardín resultante y generar espacios de estancia alrededor coincidiendo con un módulo transversal de 1,8m. El mobiliario urbano se destina para este uso.

Se destinan al uso peatonal las zonas laterales. Proponiendo un pavimento prefabricado blanco de grandes dimensiones, teniendo en cuenta el carácter contemporáneo de esta área que se sitúa fuera del contorno del antiguo bulevar y que supondrá la zona de paseo tanto en la acera norte como en el sur. En la proximidad a la fachada el pavimento es de piedra crema ámbar de formato pequeño, en una puesta en valor al contacto con el patrimonio arquitectónico, así como en los portales de los edificios donde la alfombra crema ámbar entra en el pavimento prefabricado y aumenta la escala del formato. Una pequeña plaza para cada uno de los edificios de la Alameda.

Tanto la acera norte y sur cuenta con una hilera de árboles de pequeña escala a unos 5m de las fachadas, que además de proporcionar una escala más doméstica y una limpieza del ruido visual derivado de la actividad comercial en las plantas bajas, servirá como límite estricto de las posibles terrazas que surjan como apoyo a la hostelería.

Se restringe el tráfico rodado al espacio central. En total, cinco carriles distribuidos del siguiente modo: transporte privado (dos carriles) y transporte público (tres carriles). El material será de hormigón percolado fotocatalítico, estableciendo una diferenciación de la huella correspondiente a la antigua rambla central de la Alameda.

Las paradas de autobuses se ubican en las zonas de pavimento continuo, adquiriendo un color cobrizo desaturado de sensible diferencia en un área focalizada (3,6 m de ancho) para contribuir al efecto llamada del pasajero, pero manteniendo su textura con la intención de mimetizarse con el espacio público circundante. De esta manera, las paradas de autobuses en el ámbito Alameda no se entienden como un punto de espera focalizado sino como una extensión del espacio público en sí mismo, dotadas de un banco situado transversalmente a la carretera, pavimentos regulados según la normativa de accesibilidad, y un tótem corporativo con paneles LED de información y publicidad específicamente diseñado en sustitución de las antiguas marquesinas.

El carril bici discurre por la acera norte, en el espacio resultante entre el contorno de la huella de la rambla y el pavimento prefabricado, constituyendo un total de 470m que ensambla con su continuación existente en la zona este y oeste.

Objetivos de la actuación: actualmente la Alameda es una de las principales arterias urbanas, un lugar marcado por el paso del tráfico rodado; concretamente destina un 70% de su superficie al tráfico rodado (con 11 carriles) y un 30% al uso ciudadano. Partiendo de ello, este proyecto plantea invertir esta situación: conseguir que unas tres cuartas partes de su espacio sean para uso y disfrute de la ciudadanía. Mayores espacios públicos, zonas verdes, paseos, carril bici y equipamientos de ocio caracterizarán esta actuación, que también prioriza destacar las señas de identidad de este ámbito de la ciudad y poner en valor sus elementos arquitectónicos, patrimoniales, la bóveda arbolada y los vínculos culturales.

Cabe destacar que la actuación sobre la Alameda extenderá sus beneficios más allá de su área, favoreciendo las conexiones peatonales norte-sur del centro histórico con la zona del SOHO y el eje Larios—Alameda—Puerto.

El Ayuntamiento de Málaga ha redactado este proyecto que contempla destinar a espacios peatonales tanto la zona norte como la sur junto a los edificios, restringiendo el tráfico rodado a la franja central. La totalidad del espacio se regirá bajo criterios de accesibilidad universal y diseño para todos. Al tiempo que se prioriza al peatón, se continúa con la firme apuesta municipal de favorecer el transporte público de calidad, sostenible y eficaz. Así, la franja central, con cinco carriles, se destinará principalmente al transporte público (3 carriles), y al tránsito de vehículos privados (2 carriles). El aparcamiento de la plaza de la Marina mantendrá sus accesos y salidas actuales. Y en la zona norte peatonal se integrará el acceso al metro de Málaga.

La innovación y el respeto al medio ambiente serán las cualidades principales de los materiales elegidos para dar forma a este ámbito.

Y esta renovada Alameda no solo no olvidará sus valores históricos, culturales y patrimoniales, sino que les dará mayor protagonismo. El Ayuntamiento pondrá en valor el gran conjunto arquitectónico existente, con referencias individuales a todos los edificios protegidos, y se marcarán en el pavimento las trazas del antiguo Fuerte de San Lorenzo y se hará referencia a la figura de Miguel de Cervantes. Se eliminará la rotonda de tráfico frente a calle Larios y se dará realce a la escultura del Marqués de Larios, obra de Mariano Benlliure, integrándola en la zona peatonal que da entrada a la calle que lleva su nombre, y con una zona verde de respeto perimetral que recuperaría su límite de forja original. Gracias a ello, se podrá contemplar en 360 grados. Además, este conjunto escultórico se rehabilitará y se solucionarán los problemas derivados de su ubicación actual.

La nueva Alameda también potenciará su patrimonio vegetal, compuesto por su característica bóveda de ficus.

 

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