Fiscalización de cuentas
MÁLAGA.- En enero de 2017 el Pleno municipal adoptó el compromiso de establecer «los cambios necesarios en la normativa» para la «fiscalización de las aportaciones económicas a los grupos municipales». Se trataba de un hito histórico: por primera vez en casi cuarenta años se iban a someter a control las cuentas de los grupos, que provienen de dinero público. En la actualidad ascienden a algo más de 7.000 euros mensuales por grupo, a los que se suman otros 500 por cada concejal para conceptos como comidas o desplazamientos. Aun así, como ha explicado Ysabel Torralbo, quien ha estado acompañada por la también concejala de Málaga Ahora Isabel Jiménez, «todos los grupos excepto el nuestro siguen haciendo uso de coches oficiales, a pesar de lo que algunos prometieron al inicio de legislatura».
Torralbo ha recordado también que la moción original que su grupo presentó el año pasado exigía que se fiscalizaran todas la cuentas de los grupos desde el inicio de legislatura, un extremo que no contó con el apoyo de ninguno de ellos, «algo ya de por sí relevante». Solo se aprobó la fiscalización de las cuentas de Málaga Ahora (cuya contabilidad, por otro lado, se puede consultar en su web), mientras que el resto de grupos accedió a que las suyas se revisaran, pero a partir de 2017. «Tampoco eso cumplieron». Finalmente, ha sido una instancia de la Fiscalía de Málaga la que ha hecho que el Ayuntamiento anuncie que por fin se revisarán las cuentas para el ejercicio de 2018.
La moción de Málaga tuvo su origen en la salida del grupo del concejal Juan José Espinosa, que en octubre de 2016 tomó la decisión de pasar a figurar como concejal no adscrito. La contabilidad del grupo detectó entonces un descubierto de varios miles de euros procedentes de cantidades extraídas de la cuenta municipal con la tarjeta bancaria a la que Espinosa tenía acceso como concejal. «Teníamos la convicción de que se trataba de gastos que no correspondían con la actividad municipal y por tanto resultaban injustificables», ha reconocido Torralbo a preguntas de la prensa, «pero para despejar cualquier suspicacia preferíamos que fuera un órgano oficial quien lo determinara». Torralbo ha destacado que a día de hoy el grupo «ni siquiera ha recibido una sola factura original para justificar esos gastos, sino únicamente copias».
Con todo, Málaga Ahora se encontró dificultades para que el interventor municipal analizara las cuentas de su grupo, de ahí la moción que presentó, y que aun así no se cumplió de inmediato. Eso llevó a que el grupo encargara una auditoría externa a una empresa acredita en el Registro General de Auditores, que cifró en más de 3.800 euros la cantidad adeudada por el concejal, lo que motivó una reclamación de cantidades tramitada por la vía civil que aún está por resolver.
Sin embargo, a raíz de un escrito presentado ante Fiscalía por un grupo de allegados al ex concejal de Málaga Ahora, en el que pedían que se analizaran las cuentas del grupo por supuestas irregularidades, el nuevo interventor municipal decidió cumplir la moción a instancias del propio fiscal. Torralbo ha querido felicitar al interventor «por entender que la transparencia no es tal si no se ejecuta, algo que no sucedía en este ayuntamiento, como vemos con las deficiencias del área de buen gobierno y transparencia». El informe de interventor ratifica la auditoría que Málaga Ahora ya había encargado: «Nadie mejor que el habilitado nacional para confirmar que nuestras convicciones eran ciertas» (de hecho, la Fiscalía ha abierto diligencias contra el concejal no adscrito al apreciar indicios de «apropiación indebida»).
De paso, el Fiscal ha recordado que la moción de 2017 exigía el control del las cuentas del resto de grupos a partir de 2017 y ha iinstado a su cumplimiento, de ahí que ahora el Ayuntamiento, por primera vez en casi cuarenta años, haya incluido la medida en los Presupuestos de este ejercicio.
