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A portagayola

Cuando un ciudadano inicia el día leyendo la prensa, aunque sea difícil comparación, el sentimiento es parecido al del torero cuando decide recibir al toro a portagayola. Recuerda que como en otras ocasiones el éxito de su valentía, de recibir o de leer, debe estar dirigido por la paciencia, la serenidad y la templanza. Fija la mirada en la puerta de toriles o en la primera página tratando de vislumbrar en la oscuridad de los toriles o en las noticias, cualquier movimiento del toro o actuación de los políticos que le descubra las verdaderas intenciones de uno y de los otros. Ya sale el toro. Deslumbrado se dirige hacia un objeto pequeño que ve frente a él. El torero de rodillas, quieto y sereno da un pequeño quiebro que junto a la larga cambiada hace que el toro siga al capote. Puesto en pie, inicia la lidia.

Al ciudadano le sale un toro distinto: el primer revolcón, el de los ciudadanos metidos a jueces que son manipulados por quien ni siquiera se ha leído la sentencia donde habría asimilado los hechos probados, los fundamentos jurídicos y los preceptos del código penal aplicados para dictar la correspondiente sentencia. Pero eso es lo difícil, lo fácil es enaltecer un sentimiento feminista que ocupe las calles.

El segundo revolcón, el victimismo de una banda de asesinos para los que un grupo de políticos pretende crear una comisión de la verdad. Que no será otra cosa que una comisión para encubrir unos asesinatos y enaltecer el valor de los asesinos que disparaban por la espalda.

El tercero revolcón, el mayor caso de corrupción de Andalucía y de España callado y silenciado por los medios de comunicación. Dos ex presidentes de la Junta de Andalucía y un montón de altos cargos imputados en la desaparición de setecientos ochenta y un millones de euros. Y en Andalucía no pasa nada. El ciudadano se pregunta si sabemos cómo Cristina Cifuentes ha hurtado dos tarros de crema, porque no nos dicen donde ha ido a parar el dinero que ha desaparecido en Andalucía.

El ciudadano dobla el periódico, lo deja suavemente en la mesa y mirándolo piensa ¡anda la que "masdao" hoy! mañana desde lejos.

 

[cabezon name="Fernando Guerrero" designation="Ensayista" img="guerrero" /]

 

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