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Ya tenemos Gobierno

Ilusiones no nos faltan. Algunas cosas han destacado más que otras. La formación y preparación de los miembros del nuevo gobierno, lejos de máster y asignaturas exprés, goza de currículos amplios, técnicos y además acreditan experiencia.

Por su parte, la recién nombrada ministra de igualdad trabaja desde el principio al destacar en el nuevo juramento sobre la confidencialidad del contenido de los Consejos de Ministros que se aplique la diferencia de género y se diga ministros y ministras. Destaca, igualmente, la aconfesionalidad del juramento o promesa, en este caso promesa que se ha realizado sin presencia de Biblia o Crucifijo. Aconfesionalidad recogida en nuestra Constitución. En cuanto a las formas parece que tan buenos estudiantes han olvidado las normas de cortesía. Tras prometer el cargo les ha costado trabajo saludar debidamente al representante de la más alta institución de nuestro Estado: La Jefatura de Estado.

Por lo demás, las expectativas nos acosan, las preguntas también.
Suerte a los gobernantes, que los gobernados la necesitan mucho mas.
¿Habrá algún gobierno que limite los mandatos, que reduzca los sueldos, las puertas giratorias, las pensiones desbordadas y que exija a sus miembros que cuando salgan de la política se dediquen a la actividad que tuvieran anteriormente?

A parte de la aconfesionalidad en nuestra Constitución están recogidas otras obligaciones de los políticos respecto a los ciudadanos tales como la libertad de enseñanza, la calidad de la enseñanza, garantizar un empleo digno y también una vivienda. Estas obligaciones son contrarias al adoctrinamiento ideológico, la exclusión social por racismo o por discrepancia ideológica. Es obligación de nuestros políticos garantizar el desarrollo personal de la totalidad de los ciudadanos y hacer que el bien común establezca el desarrollo de la sociedad.

Hasta ahora el ganar votos ha impedido que el bien común sea una realidad produciendo el efecto contrario: la crispación y el enfrentamiento social. El contentar a grupos minoritarios para gobernar con sus votos conduce a una sociedad a la crispación pues esos grupos minoritarios con la excusa de la mayoría del contrario usan mas la violencia que la razón y la palabra tratando de imponer su criterio sobre los demás.

 

[cabezon name="Fernando Guerrero" designation="Ensayista" img="guerrero" /]

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