No se asusten los machistas diletantes, no hay ninguna ministra del "gran ramo" añadida de rondón; tampoco que se sepa la bella Esmeralda el amor gitano de Quasimodo, redivivos, han pasado por los cuadernos de Maxim Huertas; ni tan siquiera algún nuevo cargo ha puesto una foto de "La Esmeralda", aquella travesti que arriesgó libertad e hizo furor en la Sevilla de "Isidoro", Felipe González, en los sesenta y setenta del siglo pasado, en los tiempos grises de la dictadura franquista de vuelta e ida.
"Esmeralda" es el mismísimo presidente Pedro Sánchez, su nombre en clave como miembro del gabinete de Carlos Westendorp, alto comisionado de la ONU en Bosnia. Westendorp que fuera el ministro de Exteriores anteriormente, era "Diamante", su segundo "Rubí" y la "china verde" le tocó a "Pedrito", así le llamaba a Sánchez el diplomático español, amigo de su familia, en sus tiempos de embajador de España en la ONU, y el joven socialista trabajaba en Nueva York en una consultora privada.
Las cosas que pasan, del ministro me enteré que tenía unas profundas raíces malagueñas, porque su abuelo banquero holandés se instaló en aquella, que si era la "Ciudad del Paraíso", y más tenía devoción por los espetos de sardinas y los chiringuitos ¡valga me Dios, no nos salió capillita! La verdad es que los nombres en clave de equipo de las Naciones Unidas, podía haberle llenado, aunque sea de figuras de cera el museo de las Gemas, costoso y fallido de Francisco de la Torre, que tenemos "sub judice", como tantas cosas del PP.
A "Esmeralda" después de sus éxitos, no le van a dar tregua en su presidencia de Gobierno, ni los cien días de cortesías. Pablo Manuel y Albert, los dos encuestas abajo, quieren ir a la yugular, uno por delante y el otro a la chita, pero charlando, sus nuevas políticas está reñida con las buenas maneras, y se debaten en sus filias por las series de los tronos y los dinosaurios, dónde ya se sabe: "camarón que se duerme se lo lleva la corriente".
Los "boquerones", último en la liga, estamos pendiente del debate del estado de Málaga, que le ha sacado el candidato socialista, Daniel Pérez, al candidato del PP y alcalde, Francisco de la Torre, remiso por años a celebrarlo, creo que se ha creído tener la ciudad echa una joya, será de las perdidas. Prevemos que uno se solace en lo hecho, y el otro ponga el acento en la llaga en los problemas endémicos de los barrios, y de paso asomen las proclamas electorales, porque estamos en un año municipal decisivo.
Lo que me ha quedado de cierto, después del Gobierno nombrado por Sánchez, es que se ha puesto de moda la excelencia a la hora de elegir candidatos a las labores públicas, es decir, los eternos listeros de los partidos deben evitar el tropel de sus devotos.
[cabezon name="Curro Flores" designation="" img="curroflores" /]
