No tenemos gobierno. Pero si tenemos un malabarista del poder que mediante cualquier actuación pretenden entretener al ciudadano para que no nos demos cuenta de su verdadera intención: imponer un pensamiento único que los mantenga en el poder hasta la celebración de las próximas elecciones tiempo suficiente para haber conseguido que el ciudadano piense que solo ellos tienen la verdad. Quieren modificar la Constitución, con ese lenguaje de género que no puede ser más sexista y rompedor de la lengua castellana. Quieren constituir la comisión de la verdad del franquismo, cuando a nadie le importa ni la guerra civil, ni el franquismo, solo les importa a los gobernantes que piensan que les ayuda a mantenerse en el poder.
Todo ello dentro de un clima de confrontación con la ley ante la permisividad que el gobierno demuestra ante actos delictivos cometidos por ciudadanos en algaradas callejeras, con las que estos malabaristas quieren seguir entreteniendo a sus votantes, haciéndoles creer que han ganado definitivamente el poder. Espero que en las próximas elecciones los ciudadanos seamos responsables.
El mensaje que los malabaristas del poder quieren transmitir a los ciudadanos es el de que ellos son los buenos y los demás somos malos. Sus diversos arietes así lo confirman. El Sr. Ábalos insiste con el franquismo, afirmando que el Partido Popular mantiene lazos con el franquismo que algunos no rompen. De los lazos que alguno de sus socios mantienen con el comunismo, el más sangriento de los sistemas políticos, ni pio. La ministra de educación pretende recortar derechos fundamentales de la educación concertada despreciando libertades recogidas en nuestra Constitución.
Mientras estos malabaristas se mantienen en el poder la prima de riesgo sube, el paro se sitúa en el doble de la media europea. Pero para ellos estos no son aspectos importantes. Para ellos lo importante es mantener el equilibrio del funambulista preocupados más de que sus socios le vayan a zarandear el alambre que de los intereses de los ciudadanos.
Cuando se llega al poder andando sobre el alambre de funambulista, se preocupa uno más de que el alambre no se mueva que de la carpa debajo de la cual hay que trabajar. En un estado democrático la carpa que cubre y protege de las inclemencias y tormentas está formada por las leyes. El cumplimiento de las leyes nos protege a todos. Incluso a los que quien gobierne considere malo.
Eso parece que lo ha olvidado el Sr. Sánchez en casos que ha cacareado como gallo de corral: el Valle de los Caídos, para final de julio. Tranquilo Sr. Sánchez, hay leyes que cumplir y pleitos que ganar. No olvide que los restos del General Sanjurjo pueden volver a ser enterrado de donde fueron exhumados, según sentencia de nuestro estado de derecho. La publicación de la lista de los amnistiados fiscalmente tantas veces pedida, tantas veces que sabía que no podían publicarse, pero quedaba bien, verdad. Ah, de nuevo las normas del Estado de Derecho. En las dictaduras se impone, en los estados de derecho se somete el poder a la ley.
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