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El Sur espinoso de Pablo Casado

Se oía entre risas, sorbo a sorbo y espetitos, que los más apañados de las tropas de la casi extinta Soraya, cofrades la mayoría, imploraban al Supremo desde su advocación preferida, para que sus señorías siguieran con la imputación de Pablo Casado. Pero sus excelencias con el deslumbre que da el líder aforado, han tirado por sus fueros, dónde un trato de favor se le hace a un guardia, también aforados. Así que mutis por el foro chuiringuitero.

Entonces toca rearmarse antes que llegue a la eternizada canícula del sur Europa, un ucase de Genova, que debilite a los devotos "santamaritanos", y más, después, de lo de Arenas y Villalobos. Así que a salvarle a Bendodo el sillón provincial, todos a una, alcaldes y parlanchines de la geografía más profunda malacitana, y por último el alcalde de Málaga, del bando Cospedal, quieren a Elías de candidato a la presidencia de la Diputación malagueña, por si a alguno se le hubiera ocurrido, mandarlo a Sevilla para que perdiera su silla.

Bendodo, pertenece a la pomada de Juanma Moreno, y para cualquiera que dispare huesos de aceitunas como el secretario general del PP, no es conveniente que Elías siguiera con el anclaje del poder provincial, y más, después de lo denunciado por el portavoz socialista en la diputación malagueña, quién dice qué, los populares manejan la institución como un cortijo particular para la colocación de sus afines. De casta le viene a los galguitos, porque, no se olvide, el PP nace de la AP de Fraga, herederos "in pectore" de la costumbre franquista de ponerle una mesita de funcionario a cualquier "flecha" que se preciara.

La mayor ocurrencia que ha tenido Casado en el Sur, es el eterno llanto de los perdedores de tantas elecciones a la Junta, cuentan los decenios, pero poco hablan de hacer, porque de antaño el Sur los tiene calados. Juanma no es ninguna solución, no da ninguna garantía, y más cuándo, a lo más que aspira es ir de la mano de Juan Marín, líder de Ciudadanos para ganar San Telmo.

Si Juanma pierde las andaluzas, y perderá, Casado bajará, con su máster al hombro, y su edecán hueso a hueso, irá dejando tuertos a todos los que no lo vieron de jefe de protocolo de Aznar en Génova, son poquitos, pero seguro encuentra un recambio afín para cada puestecito. Aunque los populares malagueños, siempre a las mejores, le han colocado unas gafas a Bendodo para evitarse el entuerto.

 

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