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Pena de España

No sabernos lo que tenemos. Nadamos en la abundancia. Nos sobra de todo. Estamos sobrados de libertad. Tanto, que la convertimos en un derecho individualista y grosero con el que tratamos de atacar a quien no disfrute de nuestra libertad y quiera ejerce la suya. Nos sobra bondad, con la que queremos hacer creer a los demás que somos los únicos que podemos salvar la tierra. Nos sobra el dinero. No hay ni un solo político que se haya bajado el sueldo, y que además esté cacareando los beneficios sociales que se les concede a quienes son extraños en nuestro país y no han cotizado. Son beneficios, en muchos casos, superiores a los de los españoles que ha cotizado. Nos sobra generosidad, abriendo las puertas de nuestras fronteras a extranjeros de cultura distinta y dispar de la nuestra, al que le prometemos la posibilidad de agilizar la regularización de su situación irregular, para de esta manera nos dé el voto.

Nos sobra paciencia, pues hablamos de lo que seremos capaces de hacer en el año dos mil treinta y dos mil cuarenta. Habrá que ver la paciencia de los ciudadanos hasta donde aguanta. Nos sobra capacidad de manipulación. Tenemos la capacidad de hacer ver lo que queramos, siempre que nos intereses a nosotros. También nos faltan algunas cosas. Por ejemplo madurez ciudadana para comprender que un país como España no puede estar gobernado por políticos como los actuales. Políticos que piden dinero para que no violen nuestras fronteras. Políticos que se insultan, de cualquier manera, para exaltar a sus votantes pensando que con eso tienen justificada la próxima reelección. Nos falta comprender a la situación a la que nos conducen nuestros actuales gobernantes. Dicho en mí pueblo, una situación en la que los pájaros les pegan tiros a los cazadores. Para muestra dos botones:

En un acto de un partido democráticamente constituido y que no ha alcanzado representación ciudadana se han concentrado, para evitar la celebración de dicho acto electoral, una serie de juventud izquierdista profiriendo gritos propios de dictaduras. Gritar que uno de los simpatizantes del mencionado partido vuelva al zulo, donde estuvo secuestrado por ETA durante quinientos treinta y dos días es la consecuencia de la política de este político aupado a presidente, Pedro Sánchez, que con tal de conservar el poder pacta no solo con quien quiere destruir España, sino también con asesinos como los de ETA, convirtiendo a los ejecutores en victimas y a las víctimas en opresores. Igual que en Santa Coloma que se reúne un grupo de ciudadanos para protestar por la violación de una joven y apuñalamiento de su pareja por un grupo de magrebíes, y los progres e independentistas los rodean insultándolos. Malditos políticos que han conducido a la ciudadanía a un enfrentamiento confuso, desorientador donde la violencia cada día es más frecuente. Es, en resumidas cuentas, lo que desean los fascistas que quieren imponer un pensamiento único y romper España.

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