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Gobernar para la minoría

El PP de Moreno Bonilla ya ha dado la primera muestra de lo que va a ser su acción de gobierno con Ciudadanos y con la extrema derecha de Vox. En este caso, lejos de garantizar que se vaya a mantener la gratuidad de las matrículas universitarias, que van a seguir adelante los programas de fomento del empleo local o que la Junta seguirá velando por el sostenimiento de la Ley de Dependencia, el PP se ha apuntado el mérito de permitir que las grandes fortunas y los grandes capitales estén exentos de pagar el Impuesto de Sucesiones. Sí, de las grandes fortunas y los grandes capitales, porque el resto de los andaluces, el 99%, estaban ya exentos de pagar este tributo estatal para herencias inferiores al millón de euros.

La derecha ya ha antepuesto los intereses del 1% de la población a los del resto, estaba en su ideario y ha sido la primera medida aprobada en apenas una semana en el gobierno. Pero, ¿por qué ese interés afirmando que el Impuesto de Sucesiones perjudicaba a la mayoría de la población cuando realmente no es así?. ¿El que las grandes fortunas de esta tierra dejen de pagar impuestos va a revertir en un mayor beneficio para el resto o solo para unos pocos?. La respuesta es sencilla. El PP no quiere el Impuesto de Sucesiones porque en Andalucía implica que quien más tiene debe pagar más, y contra eso Moreno Bonilla desarrolló una campaña llena de descrédito que incluía la recogida de firmas pero no contaba la realidad de este tributo.

En la pasada legislatura el Gobierno socialista de Susana Díaz modificó el Impuesto de Sucesiones para permitir que una persona que tuviera una herencia inferior a un millón de euros esté exenta del pago de este tributo estatal. Y no lo hizo con tintes propagandísticos o partidistas, fue una iniciativa aprobada por el PSOE y Ciudadanos en el Parlamento y así quedó reflejado en los presupuestos de la Comunidad Autónoma. Y el destino de dicha recaudación estaba claro: mantenimiento de la educación y sanidad públicas y sostenimiento de la Ley de Dependencia, entre otros, es decir, para dotar de recursos a los servicios públicos.

Sin embargo, ahora vemos como al PP le ha preocupado poco ese mantenimiento, sobre todo ahora que coexiste en el Gobierno jaleado por el brazo fundamentalista de la extrema derecha de Vox y apoyado por Ciudadanos, que ha decidido acompañar a Moreno Bonilla en este pacto de perdedores. Y ya han demostrado que poco importará que se perjudique a la mayoría de andaluces y andaluzas.

Con este primer paso nos tememos que se esté dando el primer intento de desmantelar los servicios públicos que viene anhelando el PP mediante la asfixia económica, que no provocará otra cosa que el recorte de recursos como hecho consumado, una aspiración que la derecha andaluza ya tiene a semejanza de lo que hizo en el Gobierno de la Comunidad de Madrid con la sanidad pública cuyas intenciones tuvieron que ser paradas por los trabajadores y trabajadoras en los tribunales.

Por eso, ante este nuevo rumbo hacia el cambio liberal y de derechas que toma el nuevo gobierno andaluz de Moreno Bonilla, los socialistas no solo vamos a estar muy atentos, sino que serviremos de dique de contención para que no se dé ni un solo paso atrás en los derechos conquistados. Es nuestra responsabilidad como el partido que ganó las pasadas elecciones autonómicas y como principal reflejo de la izquierda en el Parlamento de Andalucía.

 

[cabezon name="Javier Jerez" designation="Secretario de Organización del PSOE de Málaga" img="Jerez" /]

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