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Tezanos, el adivino

ABC, La Vanguardia y otros medios han concedido la victoria a la encuesta de Tezanos, que ha pronosticado con más certeza que otras los resultados de la generales. Me he saltado a la institución autora de la encuesta, el CIS, porque durante la campaña, y tras las elecciones andaluzas, dónde no sospechó la entidad sociológica la irrupción de VOX, las tintas se desbordaron contra el director del centro sociológico, y el apellido Tezanos pasó a ser muletilla obligada de la mofa de contertulios y políticos anti PSOE.

Esta vez cuando el augur soltó los datos del CIS, lo más suave que se le ha dedicado por los Casados, Riveras, Abascales era que el centro actuaba para cocinar vaticinios al servicio y provecho de los socialistas, alejándoles de los malos augurios que las encuestas de otros y sus cocinas les profetizaban.

La macro encuesta del CIS ha clavado lo que ha sobrevenido, pero también ha servido para que el partido socialista se pusiera las pilas de la desconfianza, y no cayera en la tranquilidad andaluza, que nos ha creado bastantes insomnios, cuando se han cobrado nuestra pieza histórica, el gobierno de la mayor autonomía de España, Andalucía.

Pero de todas formas, el Vaticano, a través de su emisora la COPE, con poco estilo, saltándose las normas de no dar pronósticos en los últimos días de campaña, y apoyándose en la capacidad de ser depositarios del conocimiento de los dogmas del misterio, lanzaron desde el más allá al aire unas predicciones que asustaron al más pintado, donde entronizaba al PP, suspendía al PSOE, y le otorgaba 70 escaños a la ultraderecha.

Con un "no se lo creen ni ellos", pero por si acaso, nos pusieron la mosca detrás de la oreja, y más después de la Semana Santa. Así pues, la Iglesia, propietaria de la emisora, más los aforos descontrolados de VOX, han hecho más que Tezanos por la activación de los votantes, unos por el miedo a lo desconocido, y otros para oponerse a los efluvios del nacional-catolicismo que cabalgaba en el caballo de Abascal.

Hace muchísimos años, en las primeras elecciones de la Transición, las encuestas me sonaban a cuento chino, hasta que aprendí a conocerlas, no, sin antes ver, que los pronósticos que nos anunciaban los responsables nacionales de las campañas electorales del PSOE, con cierta regularidad, se cumplían.

Pero en honor a la verdad, con los años supe que el gran hacedor escondido de las encuestas, y hasta de los fogones del PSOE era Jose Félix Tezanos, del equipo de Alfonso Guerra, hombre riguroso y científico, amén de socialista, y que su honorabilidad y profesionalidad está fuera de las maledicencias que ha recibido.

Aunque desde hace tiempo, las encuestas vienen siendo utilizadas, como intoxicaciones de campaña, por los medios al servicio de la derecha, por eso, las escruto con celo estratégico, hasta que encuentro la buena, o los caramelos envenenados que nos quieren lanzar los adversarios. Y hoy podemos decir que ha ganado el PSOE a pesar de la COPE y su auxilio de los dogmas mistéricos.

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