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Reconquistar Málaga

Empieza la campaña de las elecciones municipales, y durante unos días, los partidos querrán conquistar nuestra voluntad de votarlos. Las locales coinciden con las europeas, que nos coloca en la doble apuesta de votar entre la más cercana y la más lejana de nuestras decisiones políticas, pero hoy más que nunca, nuestro dilema está en una apuesta por el progreso, por los valores humanistas que asientan el europeísmo, o queremos situarnos en el más miope de los localismos reaccionarios.

Desde el primer ayuntamiento democrático la corporación malagueña fue de las pioneras en señalar nuestro europeísmo, y ninguno de los gobiernos ulteriores puso en duda estos valores intrínsecos al lema de nuestro escudo de ciudad hospitalaria y la primera en el peligro de la libertad, más su probado cosmopolitismo.

Las recientes elecciones generales han modificado las expectativas de los resultados de las municipales, y que de reproducirse, aunque el partido socialista ha tenido el mejor de los resultados con 40.000 votos sobre el PP, que queda relegado de primera a tercera fuerza, la irrupción de VOX (la extrema derecha), ponen una terrible línea roja de querer quedarse la derecha en el poder, ya sea Ciudadanos o los populares que podrían necesitar el apoyo de los ediles del partido de Abascal.El candidato socialista Daniel Pérez, ha lanzado la pregunta que está volando en el viento sin respuesta, ¿están PP y Ciudadanos dispuestos a aliarse con VOX?

Francisco de la Torre, el alcalde actual, creído primado por su acervo de veinte años de gobierno continuado, lógicamente quiere presumir de los votos que añadirá a los malos resultados de su partido, y lanza "los hombres de Paco", la única tabla de salvación que le queda para seguir con el bastón de mando; ya que su intento de secundarse en la lista con el alcalde de Estepona, García Urbano, ha resultado su fiasco, y salvo su desafío de significar a Teresa Porras como su concejala preferida, todo lo que nos queda por ofrecernos, es lo peor de lo mismo; y lo más malo, ha situado su condición de demócrata a no desdeñar gobernar con los abascales. Debía aprender de las grandes democracias europeas, que han puesto su cordón sanitario en la ultraderecha, Manphre Weber, candidato europeo de los populares, ha estado en Málaga en la campaña apoyando a Casado, y algo le podía haber enseñado a Paco de su rechazo a los ultras.

Si Ciudadanos fuera el ganador de las derechas, existe esa posibilidad, surge un mar de dudas, aunque la primera la establece su candidato Cassá, cuestionado hasta el último momento, y la segunda es que Rivera de tanto bailar la yenka de izquierda y derecha, se le ha atrancado el pie en Andalucía, por una recachita en San Telmo. En fin, aunque la palabra reconquista me suene a cuerno quemado, los europeístas amantes del progreso tenemos un desafío, más que nunca, en las municipales en Málaga.

 

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