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Las enfermedades no se curan con leyes

Acabamos de celebrar el 8 de marzo, un día de reivindicación, de solidaridad, de sororidad, pero también de reflexión.

Vivimos tiempos complejos, de gran polarización social, con una fragmentación muy preocupante...el feminismo ha sido imprescindible para el avance de los derechos de las mujeres, de la equidad social...el feminismo no busca la preponderancia del sexo femenino, ni es exclusivamente para y de las mujeres, es un movimiento político y social que pretende la igualdad de oportunidades.

Cada momento histórico requiere de un análisis y de un planteamiento adaptado a la realidad social.

No concibo el feminismo sin que los hombres se sientan concernidos, sin que entiendan que no los criminalizamos, sin que se consideren amenazados.

La segregación racial en Estados Unidos o Sudáfrica no empezó a superarse hasta que los blancos entendieron que era una injusticia y que atañía a toda la sociedad...mientras los hombres no entiendan (o seamos capaces de transmitírselo) que la desigualdad también les afecta y que es injusta, no podremos seguir avanzando. 

El lema político y reivindicativo de este 8 de marzo no puede ser "borracha quiero volver a casa"; la solución al acoso, a las agresiones sexuales no es una ley. La llamada Ley de libertad sexual se promulga para darle carta de naturaleza a la enfermedad, a la excepción. La mayoría de las personas de bien, sensatas, educadas y con valores, entienden dónde están los límites.

La izquierda de pose progre de este país está deseando demostrar que el feminismo vociferante es la solución....y se ven las reacciones de hombres normales y corrientes que se sienten amenazados por una legislación y criminalización social, jurídica y política que no tiene sentido.

Creo sinceramente que es el momento de la inteligencia política y en unos tiempos de tanta fragmentación social, se impone la moderación, el sentido común, la sensatez, el respeto, la tolerancia, los valores.

Esta sociedad está enferma de machismo, pero la medicina no es una ley que exija un sí explícito para mantener relaciones sexuales, es un plan de educación social (colegios, familia, medios de comunicación, series, películas...) que sepa transmitir dónde están los límites.

Nuestro país no está lleno de manadas, son repugnantes las que hemos conocido, nuestro país está lleno de chicos que quieren transmitirle a las mujeres que van solas por la noche que son sus aliados, que nunca le harán daño. Y es que una enfermedad no se cura con leyes, se remedia con prevención-educación y se cura con sentido común.

Abogo porque la lucha de tantas mujeres que fueron pioneras no desemboque en un retroceso...toca sentarse y reflexionar...Femen no es la solución...es el síntoma de un feminismo enfermo...un ibuprofeno de sensatez no le vendría nada mal.

Mujeres del mundo, sigamos unidas para conseguir que la sociedad sea más justa para todos.

Dedicado a Juan, mi hijo que, tras el asesinato de Laura Luelmo, muy angustiado, me preguntó cómo podía transmitirle a las chicas que él era su aliado.

[cabezon name="Encarnación Páez" designation="Abogada" img="paez" /]

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