A todas las personas que conforman el sistema sanitario, a quienes cuidan a los más desfavorecidos, a quienes nos posibilitan el poder de alimentarnos -desde su producción, transporte, a su venta- el tomar medicamentos o el estar informados en su amplio sentido, a quienes limpian, desinfectan nuestras calles, siguen recogiendo y tratando nuestros residuos, a quienes velan por la seguridad de todas y todos... GRACIAS.
GRACIAS, sin ningún preámbulo ni paliativo, a todas esas personas, héroes cuya hazaña es el TRABAJAR. Gracias a los trabajadores y trabajadoras, por cuenta ajena, públicos o privados, autónomos o pequeños empresarios, son los que conforman ese concepto, muchas veces abstracto de pueblo.
Esta crisis nos va a brindar muchas lecciones, pero quizás la primera es que solo el pueblo defiende al pueblo. De esta crisis saldremos más pronto que tarde, mejor que peor, según nuestra capacidad de funcionar como sociedad responsable que sabe cuidarse.
Unidad y responsabilidad es lo que se nos pide como seres humanos civilizados. La que se ve en los innumerables gestos de agradecimiento ante quienes, en muchas ocasiones, eran invisibles. Unidad y responsabilidad que se plasma en todos los gestos de solidaridad, fraternidad entre iguales.
Una unidad y responsabilidad que por desgracia no estamos viendo en muchos sectores políticos, que se empecinan a sacar rédito partidista a las muertes por el bicho. Está claro que la derecha en este país no hubiese reaccionado igual ante las consecuencias sociales y económicas a esta crisis, por su puesto, pero de ahí a estar inundando nuestras redes con bulos y falsas noticias va un trecho.
Es lícito que a esa derecha no le entre en la cabeza que el gobierno intente atajar esta situación a través de un escudo social con el que se pretende proteger a los trabajadores, autónomos y pymes para evitar la quiebra y que la arista económica y en el empleo sea temporal. Proteger a las personas a través de moratorias en las hipotecas y alquileres, garantizar los suministros vitales básicos, así como incrementar el gasto social tanto del Estado como de las CCAA.
Que ellos no harían eso está claro... pero ¿cuál es su propuesta? Donde están en la oposición, las propuestas van desde un "vamos a poner las banderas a media asta", hasta el "presidente dimite, y que venga el ejército". Sí, han leído bien, para el Sr. Abascal, la solución es un golpe de estado.
¿Y dónde son gobierno, qué hacen? Para que nos vamos a ir más lejos, aquí en Andalucía, sin llegar a los niveles de confrontación y deslealtad institucional con el Estado, el lunes hubo Consejo de Gobierno en el que se aprobaron las principales políticas sociales en torno a la crisis, y de las cuales, el Gobierno Andaluz, no pone ni un solo euro.
Repito, el Gobierno Andaluz, decidió el lunes que, para afrontar esta crisis desde el plano social, no iba a invertir ni un solo euro que no estuviese comprometido o no viniese de los fondos que el estado ha traspasado a las autonomías. Lo que se decidió el lunes, con mucho marketing (por cierto, bien publicitado con publirreportajes pagados con dinero público en los principales periódicos) es agilizar los expedientes pendientes de RMI y Ayudas al Alquiler que llevaban más de un año sin que llegasen a los que lo necesitan.
Seguro que quedan muchas circunstancias que puede que no se vean reflejadas en las primeras medidas que se están tomando, pero me quedo con una diferencia sustancial con otra crisis para la que no tenemos que hacer un ejercicio excesivo de memoria, y es que hace una década se hablaba de rescatar a los bancos, ahora se pretende rescatar al pueblo.
[cabezon name="Guzmán Ahumada" designation="Coordinador provincial de Izquierda Unida y parlamentario de Adelante Andalucía" img="ahumada" /]
