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No nos engañemos. Son explotadores del pueblo

No confundamos ideologías con tendencias. La situación actual de nuestro país es desesperada. La forma en que se ha mal llevado la pandemia, o la estigmatización del gobierno a la hora de tratar a las comunidades que son gobernadas por la oposición, o la pretendida manera de repartir los fondos Covid, para que se penalice en dicho reparto a las comunidades con rebajas fiscales, o el mismo comportamiento de la ministra de hacienda, con la Comunidad Andaluza. Lo demuestran los hechos acontecidos en Plaza Nueva de Sevilla, en Alicante o Madrid donde por el mero hecho de andar con la bandera de España y pedir en voz alta la dimisión del gobierno, aparece la policía y empieza a identificar a los transeúntes para de esta manera ejercer sobre ellos una actuación que la única finalidad que tiene es la de amedrentar al pacifico ciudadano. Banderas de España. España, palabra que el vicepresidente Iglesias se niega a pronunciar. Está grabado. España y su bandera desde 1.785. Quizá el vicepresidente Iglesias prefiera la bandera roja con la hoz y el martillo representativa de los múltiples crímenes cometidos para la implantación de la dictadura del proletariado, que al grito de libertad destruye cuanto encuentra a su paso para acabar esencialmente con aquello que tanto gritaba: la libertad. Esta tendencia del vicepresidente a la dictadura del proletariado no le importa a nuestro presidente Sánchez, pues, a la vista está, que con sus actuaciones lo único que pretende es hacer de España su cortijo particular. Es decir, expropiar lo que quede después de vender parte a los catalanes y a los vascos. El acuerdo es claro: a cambio que ustedes me faciliten el control del resto de España, yo les cedo Cataluña y el País Vasco. Esto lo vamos a hacer paso a paso, sin prisa ya que la pandemia nos ha brindado la posibilidad de amedrentar a los ciudadanos manteniéndolos inmovilizados. Por eso ahora necesita mantener el estado de alarma durante un mes más. Un mes más, del tirón. Los últimos quince días, Arrimadas le apoyo. El mes ya lo tiene asegurado. Sus socios para parcelar España lo apoyaran. Inés ya es sustituible. Mejor, desechable. La finalidad es sencilla. El confinamiento debilita física y psicológicamente al ciudadano. Los días pasan y la situación económica empeora. La situación laboral se desmorona. Que si ERTE, que si ERE, que si despido. Las empresas sin perspectivas económicas y, en cada reunión con el ejecutivo, chantajeadas. El autónomo no puede mantener su negocio más tiempo cerrado. Las familias desesperan. Dios mío, cuando va a acabar esto. Que termine de una vez. A todo esto la ministra de trabajo presume de pagar cinco millones doscientas mil prestaciones de desempleo. Todo un record. Ignorante. Mientras que los ciudadanos desesperan los gobernantes aprietan: legislan mediante decreto; ya lo ha advertido Calvo se va a legislar para que en tiempos de rebrote de pandemia el ejecutivo tenga más libertad y poder sobre los ciudadanos y no haya que pisar el congreso para prorrogas. Nosotros quietos, sin posibilidad de manifestarnos y, mientras, ellos el gobierno, legislando para cuando llegue la hora sigamos teniéndonos que estar quieto por ley y no por pandemia. Y si nos atrevemos a saltarnos la ley pobre de nosotros, pues lo que el gobierno de Sánchez nos está ofreciendo es la vida en colorines. Quien no quiera la vida en colorines atenta contra la legalidad establecida, y será desechado. 

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