Proviene del verbo disidir, que según nuestro diccionario de la RAE significa "separarse de la común doctrina, creencia o conducta".
A los disidentes en los regímenes totalitarios se les persigue hasta hacerlos desaparecer física o políticamente. Dicen, los que gobiernan, que son un peligro.
Veamos en que es disidente la Presidenta de la Comunidad de Madrid:
- Ideológicamente, pertenece al Partido Popular, frente al aupado a presidente, Sr. Sánchez que pertenece al Partido Socialista, asociado con los comunistas.
Ambos partidos constitucionalistas y democráticos, aunque la actuación de uno y de otro difiere enormemente. El Partido Popular, Vox y Ciudadano representan los principios propios de un Estado de Derecho, frente al Partido Socialista, Podemos y demás que constituyen la amenaza comunista.
- Para la gestión de gobierno la presidente de la comunidad de Madrid se apoya en los miembros de Ciudadanos y de Vox, partidos democráticos, aunque Vox criminalizado por el gobierno como partido extremo, en este caso de extrema derecha.
- Por su parte, el avenido a presidente, el del partido socialista, se apoya en otros partidos, igualmente democráticos pero con principios antidemocráticos y destructivos para la Constitución Española. Los antidemocráticos, los que defienden a Lennin, Stalin y a todo lo que suene a comunismo. Los destructivos quienes habiéndose aprovechado de la Constitución española para llegar al hemiciclo ahora quieren saltársela a piola para constituir países dentro de España.
En ningún caso desde el gobierno se tilda a sus socios, los antidemocráticos y destructivos de ser de extremos, en este caso serian, extrema izquierda.
Por ejemplo, en un reciente mitin de Vox en Vallecas la violencia usada por los de extrema izquierda ha sido justificada por el Echenique acusando de pijos provocadores a los de Vox por dar un mitin en Vallecas. De los que han querido secuestrar la libertad de expresión de un partido democráticamente constituido no dice nada. Claro, son de los suyos y aunque se salten las leyes hay que respaldarlos. Son provocadores amparados por el propio gobierno.
Sepan ustedes que cuando esos mismos provocadores ocupan el centro de Madrid o de cualquier ciudad española causando todo tipo de destrozo en el mobiliario y en el comercio, Echenique no tendría el menor decoro en calificarlos como embajadores de la libertad.
El propio aspirante a dictador comunista Pablo Iglesias, el de la dacha de Galapagar, hace su versión de los hechos del mitin de Vox. Vergonzoso.
Todo esto después de que el allegado a Presidente en una comparecencia, de las pocas que hace, hiciera tras mencionar, culto él, a Pio Baroja, "la ciencia es la única construcción fuerte de la humanidad" que a día tres de mayo, ojo las elecciones a la Comunidad de Madrid son el cuatro de mayo, habría cinco millones de vacunados; a diez de junio diez millones de vacunados, y a treinta de junio veinticinco millones de vacunados. Ahí lo dejo. Otra mentira.
[cabezon name="Fernando Guerrero" designation="Ensayista" img="guerrero" /]
