Inicio Opinión

¿Hacia dónde vamos?

 Una comunidad rota por las exigencias de los comuneros. Una comunidad que quien la dirige ayer dijo "dice" y hoy dice "diego". Donde sí hoy son las exigencias de unos mañana pueden ser las de otros que aprovechando las ansias de poder del avenido a dirigente expriman el limón en beneficio propio y no de la comunidad. Una comunidad en la que la legalidad queda en entredicho por la interpretación torticera que de las leyes continuamente se hace por parte de los poderes ejecutivos.

Donde los pilares de un estado de derecho cada vez son más vulnerables a los empujes del poder; donde todo se puede comprar aumentando las asignaciones estatales que a cada organismo les correspondan. Véase con qué facilidad se han aumentado las asignaciones a los sindicatos y a la patronal empresarial y a pesar de la situación desesperante de los desempleados nadie protesta. Compruébese el silencio de los sindicatos, y todo para demostrar ante Europa que en la comunidad en la que vivimos existe concierto social con la única finalidad de coger el dinero que Europa va a distribuir para sufragar los efectos de la pandemia. Mientras todo esto ocurre el poder sigue su camino en detrimento del propio Estado de Derecho cuyos pilares poco a poco los esta demoliendo el poder ejecutivo.

[cabezon name="Fernando Guerrero" designation="Ensayista" img="guerrero" /]

Ir ARRIBA