Inicio Opinión

Jóvenes, educación y violencia

En las últimas semanas he visto varios casos de violencia realizada por jóvenes sin más motivo que hacer daño por hacer daño. El último caso un matrimonio octogenario que, supuestamente, ha sido apaleado hasta la muerte por dos adolescentes, casi casi niños.

Pero la violencia no es sólo física, la verbal y la escrita en las redes sociales es aún más dura, pertinaz, impune y dañina.
En mi infancia y adolescencia el acoso y las amenazas se terminaban al salir de clase, en fin de semana desde la tarde del viernes hasta la mañana del lunes.

Ahora ese acoso es en todo momento y sin descanso. Por WhatsApp, por Instagram, por Messenger... cualquier red social vale. Atacan las 24 horas del día, bombardean a mensajes a la víctima, en grupo, porque en grupo de sienten más fuertes. Y sin que los padres, en muchas ocasiones, sepan el instinto vengativo que derrochan sus hijos.

Es difícil de controlar porque como padre yo ya veo que ni los filtros parentales ni consultar junto al hijo sus redes es suficiente.

Lo que me hace pensar es...por qué tanta violencia, en pocos casos física, pero existente, y en muchos virtual y muy insistente. Ataques en donde te pueden silenciar de un grupo, eliminarte, o simplemente bombardearte a mensajes denigrantes, amenazantes o despectivos.

Creo que se hace necesario un control, una herramienta que, ante el uso de ciertas palabras o envío masivo de mensajes bloquee al usuario que los realiza. También un control y diálogo de los padres, que sepan que hacen sus hijos y por qué. Ese por qué que a veces no tiene respuesta. Porque en la adolescencia esos ataques causan dolor, mucho dolor, y quedan marcas para siempre. Gracias al amor, al cariño de la familia y sobretodo al tiempo, que todo lo cura, esa situación queda en el archivo de la memoria, pero ahí queda.

 

[cabezon name="José Palacios" designation="Periodista " img="pepepalacios" /]

Ir ARRIBA